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SESION DE 27 DE FEBRERO DE 1821

cion al Supremo Director, firmando los señores senadores con el infrascrito secretario. —Francisco Antonio Perez. —Juan Agustin AlcaLde. —José María de Rozas. —José Ignacio Cienfuegos. —Francisco B. Fontecilla. —José María Villarreal, secretario.


ANEXOS

Núm. 99

Excmo. Señor:

Don José Ignacio Sotomayor, proveedor jeneral del ejército, i con el mas reverente respeto, espongo a V.E.: que, desde la accion gloriosa de Chacabuco, me constituí a servir con mi persona i bienes, sin reservar aun las alhajas de mi uso. Desde esa época se me encargó la provisión i la serví por el término de dos años, pasando por los mayores sacrificios, ocasionados de la escasez del Erario. Concluido este término, la sirvió otro individuo por el de un año, i desde entónces hasta ahora la he continuado desempeñando. Considere V.E. cuáles habrán sido mis apuros para surtir el ejército i hospitales, en circunstancias que hace once meses a que el Erario por sus urjencias no me franquea un real, debiendo salir todo de mis cortos fondos. A esto se agregan las injentes pérdidas que he sufrido en las subastas de los ramos fiscales, de que, resultando una grande utilidad al Fisco, yo he sufrido un gran perjuicio, que no podia evitar por serme necesarios esos ramos para la misma provision. Como esta es de urjente i de primera necesidad, por no faltar a ella he pasado por inmensos sacrificios i pérdidas que V.E. mismo, por solo mi relato, se penetrará de la verdad.

Apurado i urjido para subvenir a las necesidades del ejército i hospitales, ocurría a la caja i aun al mismo Supremo Director para que se me auxiliase, i hallándose exhausto el fondo público, me he visto en la dura necesidad de malbaratar mis especies i ganados de la hacienda que tengo arrendada al Fisco, enajenándolos por la mitad de su valor; me ha sido indispensable recibir dinero a interes con una usura estraordinaria; otras veces franquear gratificaciones exorbitantes, malbaratar toda mi plata labrada e invertir cuantas entradas o utilidades me ha proporcionado mi actividad i dilijencia. He perdido las injentes utilidades que me proporcionaba la plaza que tenia subastada al ilustre Cabildo, porque, invirtiendo todas sus entradas en el ejército i hospitales, no podia satisfacer el cánon respectivo. En una palabra, debe entender V.E. que no me queda un real de la lejítima de mis padres, que pasó de catorce mil pesos. Todos estos quebrantos, pérdidas i sacrificios, han dimanado de la provisión i hospitales i de no habérseme franqueado los auxilios necesarios, siendo tan urjentes, i de habérseme obligado a erogar otros gastos que no se incluyeron en mi contrata. Así es que solo me constituí obligado a proveer los hospitales de la capital, i despues se me compelió a que también proveyese en todos los lugares del Estado en que se acantonase el ejército.

Medite ahora V.E. cuáles habrán sido mis apuros i conflictos. Mis fondos han sido escasos, respecto de los injentes gastos i salidas que, cuando ménos, me es necesario invertir cuatro mil pesos mensuales. Los auxilios que debia el Fisco proporcionarme, unas veces han sido a destiempo, i despues que he sacrificado mis intereses i especies, i otras veces no me los ha franqueado por sus apuros, como sucede al presente, que van corridos once meses sin que se me haya dado cantidad alguna ni para la provision ni hospitales, hasta esperarse el resultado de mis cuentas pendientes que tengo presentadas ante el Tribunal Mayor de Cuentas i las que mensualmente presento. Ya ha oido V.E. los importantes servicios que he dispensado al público i al Estado con perjuicio de mis intereses i mi existencia. Por no molestar la atencion de V.E., no puntualizo los vejámenes i desaires que he padecido. Las injentes pérdidas que he sufrido, cuando el enemigo ocupó el Maipú, perdiendo allí toda la provision que justamente se hallaba abundantísima de reses, charqui, etc. Omito también analizar los servicios que tengo hechos como ciudadano particular, las contribuciones i empréstitos estraordinarios que se me han exijido i he enterado puntualmente a pesar de mis urjencias, i omito, por último, las pruebas mas evidentes i constantes de mi decidida opinion por la libertad de Chile i afecto a la actual administracion.

Despues que V.E. ha tenido la paciencia de oir mi largo relato, entra mi solicitud que, por ser justa, me parece no comprometo su honor ni su justificacion. Me he sacrificado por el país i por el Estado, he prestado servicios interesantísimos, no he reservado ni mis intereses ni mi persona siendo en obsequio de Chile, su opinion i el Gobierno. Así, pues, espero de la acreditada bondad de V.E. que, penetrado de mis sacrificios, se digne tomar todo el interes posible para que la superioridad haga presente al ilustre Cabildo los graves perjuicios i quebrantos injentes que he padecido por servir al país, i que, si merecen algún compensativo, sea otorgarme la gracia de admitir las propuestas ventajosas que haré por el remate de la plaza. Crea V.E. que no se perjudicará el Ayuntamiento i mis servicios habrán tenido algún premio.

En esta virtud,

A V.E. suplico que, por lo que llevo espuesto, se digne protejer mi solicitud, que es gracia que espero de su justificada bondad. —José Ignacio Sotomayor.