Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo V (1821-1822).djvu/51

Esta página ha sido validada
51
SESION DE 16 DE FEBRERO DE 1821

lo 8.º, capítulo 4.º de la Constitucion provisoria del Estado, que prohibe la apelacion a las Intendencias de los agravios que éstos hagan en su administracion. Comunmente sucede que, por falta de luces i conocimientos de los jueces o quizás maliciosamente i por una notoria injusticia, se despojan los pobres propietarios de sus cortos haberes, quedando reducidos a la miseria i mendicidad, sin la esperanza de recobrar su derecho, porque la única apelacion que se les concede por la lei la tienen a distancia de trescientas o mas leguas, otras tantas dificultades en un infeliz que para superarlas necesitaba doble cantidad a la que se le ha despojado, sin agregar los costos de la instancia i demas indispensables que no se ocultarán al conocimiento V.E.

Este i otros males que atacan hasta el orden social en los partidos de fuera, se evitarían concediendo V.E. la apelacion de estas causas a la capital de provincia, donde reside un asesor letrado que dirije al Gobierno i donde al mismo tiempo se hace notable todo siniestro procedimiento en la conducta i providencias de los jueces; sirviéndose V.E . declarar la cantidad a que deba ascender la materia de la litis para que tenga o nó lugar la apelacion, o como fuere del superior agrado de V.E. —Dios guarde a V.E. muchos años. —Santiago i Febrero 15 de 1821. —Joaquin Vicuña. —Excmo. Senado de la República de Chile.


Núm. 63

Excmo. Señor:

Despues de nueve años consecutivos de una guerra la mas bárbara i desoladora; despues de los contrastes consiguientes a la alternativa de vicisitudes en aquella época; despues, por fin, de la mortificante ansiedad en que ha fluctuado esta provincia, empieza ya a serenarse su horizonte político i a sentirse en ella la tranquilidad, que enteramente habia desaparecido. Las jentes alucinadas van deponiendo sus errores, i en sus ánimos va estendiéndose rápidamente la confianza. Las montañas van despoblándose de los bandidos que las inundaban, i, por último, todo va prometiendo el sosiego i felicidad que reinaba anteriormente en estas comarcas.

Tales son los efectos de los últimos triunfos de la patria, en Concepcion, Cocharcas i en las márjenes del rio de Chillan. Pero singularmente se deben tan felices progresos a la sagacidad del digno jefe que manda la 2.ª division. Aprovechándose este militar político de la oportunidad que presentaba la memorable jornada del 24 de Diciembre último, ha logrado reducir un excesivo número de enemigos con varios de sus caudillos, que de otro modo jamas nos habrían dado lugar para predecir la completa pacificación de esta provincia.

Este Cabildo ha tributado ya al Supremo Jefe del Estado los mas gratos plácemes i las mas debidas gracias por los desvelos i dedicacion con que ha sabido mirar por esta parte de la República chilena. Ahora felicita también de nuevo a V.E. Pero ciertamente no habria llenado los deberes de su obligacion, si no pusiese ante los ojos de esa corporacion honorable, el estado lastimero en que se halla este distrito, para que, como representante único por ahora de la nacion, interponga su benéfica influencia a fin de remediar los males a que quedarán por mucho tiempo estos habitantes sujetos.

En vano seria, señor, querer cansar la atencion de V.E. con una narracion prolija de la miseria en que yace hoi el partido de Chillan. Porque despues de impender un dilatadísimo tiempo, no habríamos podido jamas presentar un cálculo exacto. La guerra de vandalaje que ha sufrido por tantos años, ha sembrado todo jénero de desgracias en el ángulo mas recóndito de su superficie. Sus campañas, que en otro tiempo admiraban con su abundancia al viajero ménos reflexivo, son hoi solo llanuras tristes, asoladas, desiertas i sin cultivo. Los ganados, que anteriormente alcanzaban a poblar los remotos partidos de abajo, han concluido enteramente. Sus habitantes no tienen siquiera cómo labrar la tierra, única fuente de sus riquezas; i el que posee una sola yunta de bueyes, llega a ser hoi dia lo que no era en otros tiempos el que tenia centenares. Todo, todo se ha acabado, todo publica la miseria de estas jentes i todo clama por las consideraciones de V.E.

No es ménos mal la despoblación que se observa en sus distritos. La presente crisis ha hecho desaparecer en toda la provincia por ocho mil almas calculando sin exceso. De aquí puede deducirse cuál habrá sido la desmembracion de este territorio, en donde ha estado siempre concentrada la guerra. La propagacion de aquélla es, pues, un objeto de preferencia a que deben dirijirse nuestros cuidados. Por tanto, alentada esta Municipalidad de los sentimientos filantrópicos que deben animar a toda corporacion patria, eleva sus súplicas ante ese augusto Majistrado, i se interesa en que en su pueblo se acaben ya los derechos de estola, facilitándose así los bautismos, casamientos i entierros, a unos habitantes que, no teniendo en la actualidad cómo soportarlos, o se privarán de aquellos bienes, o persistirán en el robo para proporcionarse el cumplimiento de unos preceptos a que los liga la relijion santa que profesamos.

Esta gracia alentaría a los miserables que hasta la fecha han sufrido solo los rigores de los enemigos. Haria conocer a los remitentes la beneficencia de nuestro sistema liberal, reduciéndolos a abrazarlo i sostenerlo. I por último, produciría el rápido aumento de la poblacion, que han minorado tantos en estos dias. Cuyas ventajas, siendo sin comparación mayores que el pequeño desembolso que causaría la mantencion