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SESION DE 1.º DE AGOSTO DE 1822

tion conservasen sus prerrogativas en el Cabildo, mientras, pero no sirviesen sus empleos miéntras dura la Convencion.

El señor Rosales dijo: que su opinion era la misma que la del señor Errázuriz.

Los señores Valdivieso i Montt dijeron: que el asunto les tocaba personalmente, i se retiraron de la sala.

Se leyó un oficio del Director en que declara que los señores Valdivieso i Montt permanecen en sus cargos concejiles, con tal que las sesiones a la Convencion sean en horas que no impidan sus funciones.

El señor Vargas dijo: que, con esta distincion de hora, se salvaba la dificultad.

El señor Cerda fué de la misma opinion, con tal que las ocupaciones de la Convención se atiendan con preferencia.

El señor presbítero Gallinato notó alguna equivocacion en las palabras cargos ejecutivos; dijo: que las funciones de la Municipalidad no eran en rigor ejecutivas; que, en el presente caso, no eran unos mismos los que dictaban i hacian ejecutar las leyes; que ¡a unión de los poderes ejecutivos i lejislativos era monstruosa en un gobierno, pero que él no alcanzaba que esto tuviese lugar en el caso presente. Añadió: "La Convencion es la Municipalidad de la República; i la Municipalidad es la Convencion de solo la ciudad: no se ve qué incompatibilidad pueda haber entre éstas funciones tan semejantes."

Declarado el punto suficientemente discutido, se hizo la votacion, i resultó la afirmativa con solo dos votos en contrario.

Se leyó un oficio del Director Supremo firmado por los dos Ministros, que autoriza a la Convencion para proceder por sí misma a la eleccion de suplentes en fuerza de las poderosas razones que anteriormente le espuso para ello. Se señaló el dia 3 para hacer la eleccion.

Se acordó se oficiase al Gobierno pidiéndole se proceda con la brevedad posible a la formacion del recenso de la República, por ser de necesidad urjentísima para entender en el principal objeto de la Convencion, que es la representacion nacional.

La sesion se levanto a las doce 1 cuarto. —Francisco Ruiz Tagle. —Camilo Henríquez, secretario.


ANEXOS


Núm. 63

Honorable Convencion:

Tengo el honor de incluir las renuncias que han hecho los diputados déla ciudad de San Felipe de Aconcagua, i de la villa de la Fiorida, de sus respectivas comisiones, para que en vista de las razones que deducen pueda U.H. proveer lo que considere justo. —Dios guarde a U.H. muchos años. —Palacio Directorial de Santiago, Julio 30 de 1822. —Bernardo O'Higgins. —Joaquin de Echeverría.


Núm. 64

Excmo. Señor:

Como todos los hombres no pensamos de un modo, así es que don Fernando Figueroa, electo por este partido de mi mando para la Convencion Preparatoria, como tuve el honor de anunciarlo a V.E., en fecha 19 del próximo pasado, ha hecho la renuncia de este nombramiento que a V.E. incluyo.

En su consecuencia, espero que V.E. me ordene si ésta debe ser admisible, i en tal caso el sujeto que pueda desempeñar tan alta comision. —Dios guarde a V.E. muchos años. —Florida, Junio 21 de 1822. —Domingo Cruzat. —Excmo. Señor Supremo Director dei Estado de Chile.


Núm. 65

Es en mi poderla apreciable nota de Ud., fecha 16 del corriente, i con ella una copia del acta celebrada por el vecindario de ese partido sobre nombramiento hecho en mi persona, para que por representacion de éste pase a la capital del Estado a incorporarme en la Convencion Preparatoria, i a entender en la organizacion de la Corte de Representantes, cuyas sesiones deben abrirse el 1.º de Julio próximo venidero. Yo agradezco en la forma mas solemne la consideracion que esos señores han tenido hácia mi persona, al elejir me para un destino de tanta honra, como degra vedad i delicadeza; pero del mismo modo me veo obligado a esponer, con el mayor sentimiento, la imposibilidad en que me hallo de poder cumplir con esta comision por los motivos que detallaré en seguida.

Mi salud, que tiempo ha se halla en mal estado, ha ocasionado mi permanencia en esta ciudad por solo el objeto de mejorarla, con abandono total de mis intereses, los que, por falta de mi asistencia, personal, tocan ya en su última ruina; es, pues, consiguiente que, careciendo de la robustez necesaria, haya dificultad de practicar una marcha tan dilatada. Por otra parte, me resultan nuevos embarazos para verificarla, con motivo de tener que principiar en Setiembre próximo la recaudacion del diezmo del Parral, subastado por mí, cuya dilijencia debo precisamente ejecutarla personalmente. Aun es mayor el impedimento que se me ofrece, por hallarse mí madre en los últimos momentos de su vida, sin que cuente mi familia con otro hombre que yo, tanto para practicar