SESION 110, ESTRAORDINARIA, EN 29 DE DICIEMBRE DE 1823
PRESIDENCIA DE DON FERNANDO ERRÁZURIZ
SUMARIO. —Cuenta. —Aprobacion del acta precedente.—Jura de la Constitucion--Acta. —Anexos.
Comparecen el Excmo. Supremo Director i algunos de los funcionarios civiles i eclesiásticos residentes en la capital a jurar la Constitucion. ( V. sesiones del 2 de Setiembre de 1823 i del 22 de Noviembre de 1824.)
CUENTA
Se da cuenta:
- De un discurso en que el ▼Supremo Director requiere a los diputados a que nombren las personas mas dignas para los cargos de senadores i contestacion de don Juan Egaña. (Anexos núms. 1,001 i 1,002. V. Sesion ordinaria de hoi.)
- De un decreto en que el mismo Majistrado fija el órden en que se ha de jurar la Constitucion por los funcionarios civiles i eclesiásticos, i los medios que ha adoptado para perpetuar el recuerdo de este acontecimiento. (Anexo mím. 1,003. V. sesiones estraordinarias del 28 i del 31.)
- De un oficio en que don Isidro Pineda espone que no puede asistir a las sesiones a que se le cita a causa del mal estado de su salud. (Anexo mím. 1,004. ^ sesion ordinaria del 24.)
ACTA
Se abrió a la hora acostumbrada.
Leida el acta de la anterior, fué aprobada i rubricada por el Señor Presidente.
Se apersonó el Supremo Director, acompañado del Ilustrísimo señor Obispo i corporaciones del Estado, i habiéndose leido los títulos de la Constitucion política del Estado la juró el Señor Presidente del Congreso; juróla despues el Supremo Director del Estado i en seguida la juraron, por sí i a nombre de sus respectivas provincias, los señores diputados, llamados por el órden de las que representan.
El Ministro de Estado, a nombre del Supremo Director, leyó un discurso en que patentizó la necesidad de elejirse los mas dignos para los altos empleos de senadores i demás del Estado.
Leyóse tambien un decreto de S. E., estableciendo el órden de jurarse la Constitucion por los funcionarios así eclesiásticos como civiles, i denominando calle de la Constitucion a la que en el Gobierno antiguo se conoció por del Rei, i ordenando se erijiese en la Cañada un arco triunfal de mármol que contuviese inscritos los