navío de S.M.B. Standard, a la ancla en Valparaiso, a 27 de julio de 1811. —Fleming.
El mui atento oficio de V.S. i la franqueza que manifiesta, bastaria a dar la mas alta idea de su jenerosidad personal i la de la gran nacion que, en el tiempo mas angustiado, supo arrostrar, en obsequio de la nuestra, al opresor de la mayor parte de la Europa, i contener las miras ambiciosas dirijidas tambien a esos paises. Sin duda, no podria presentarse una oportunidad mejor para el trasporte de las personas que, con destino de diputados a las córtes españolas u otro de igual importancia, hubiesen de trasladarse a España, si las circunstancias permitiesen aprovechar la noble oferta de V.S., i que éstos lograsen de las bondades que nuestros compatriotas traidos a su bordo de la Península.
Para el tiempo de su salida habrá producido su efecto la publicacion que se ha hecho de que el comercio puede rejistrar sus caudales en el buque de S.M.B. i del mando de V.S., a quien avisaré el resultado.
Suplico a V.S. que permita al gohernador de ese puerto que cumpla la órden de reponer los víveres que puedan faltar a su tripulacion despues de tan largo viaje.
Igualmente que, si gusta honrar con su presencia esta capital, se dirija a la casa que le está preparada, en la que, i en la sinceridad de nuestras intenciones, verá la profunda consideracion a su carácter i aprecio a su persona. —Dios guarde a V.S. muchos años. —Santiago, julio 30 de 1811. —▼Martin Calvo Encalada. —Señor don Cárlos Elphistone Fleming, comandante del navío de S.M.B. Standard.
Impuesto en el contesto del obsequioso oficio de V.E., 30 del pasado, debo contestar que me ha sido mui sensible el que no se halle realizada la eleccion de los señores diputados que han de representar este reino en el congreso jeneral de córtes, así como creo que lo será a la nacion británica, cuyo gobierno considera como el mayor obstáculo a las miras ambiciosas del tirano, aquella augusta asamblea, en que, reunidos los votos de la monarquía española, se dicten los decretos i resoluciones que, al tiempo que formarán la felicidad de ambos hemisferios, son las armas que mas teme aquel injusto opresor, como que ellas han formado la opinion jeneral del reino í consolidado su gobierno.
Estimaria que V.E. se sirviese manifestarme si existen caudales pertenecientes al real erario, que estoi pronto a trasportar, pues sabe V.E. que este es el ajente jeneral con que la España i sus aliados deben sostener la justa ▼guerra que han emprendido; i espero, asimismo, el éxito de la publicacion que V.E. ha mandado hacer con respecto a los de el comercio.
Doi a V.E. las mas espresivas gracias por su apreciable oferta relativamente a víveres, de que ya estaba provisto, i la haré presente a mi gobierno, que la estimará, observando que este jeneroso reino ha manifestado a la nacion británica los mismos sentimientos que esperimenta en toda la Península i en América.
Por último, no debo omitir que me es mui satisfactorio el obsequio que V.E. me prepara en esa capital, i de que, a mi pesar, no puedo disfrutar por no retardar mi partida a Lima, en justo desempeño de mi comision; i acaso a mi regreso de aquella capital recibiré este honor, donde, si V.E. me considerase de alguna utilidad, podrá ocuparme con entera satisfaccion. —Dios guarde a V.E. muchos años. —En la rada de Valparaiso, al ancla, a bordo del navío de S.M.B. Standard, a 2 de agosto de 1811. —Excmo. señor. —Cárlos Elphistone Fleming. —Excmo. señor presidente gobernador del reino de Chile. —Fleming.
La imprevision con que los mandatarios del gobierno antiguo prodigaron la hacienda real en edificios de lujo i otros objetos de menor importancia, la trajo a nuestras manos debilitada de un modo que ha sido necesario usar de los exíguos ramos remisibles para costear un pié de ejército, no solo indispensable para defender el reino de la fuerza armada del usurpador, sino muí especialmente de sus maquinaciones e intrigas dirijidas a revolucionar estos dominios, cuya seguridad nos está encargada para mantenerlos a nuestro soberano. Por consiguiente, i a pesar de los mejores deseos, no contamos en el dia con caudal alguno que poder enviar.
No ha producido hasta la fecha efecto alguno el aviso publicado al comercio para rejistrar a bordo del Standard, del mando de V.S., sus caudales. Seguramente es efecto de estar tanto tiempo há interrumpida la comunicacion, siéndoles inesperada esta preciosa ocasiono Sírvase V.S. creernos los mas interesados en la justa causa que sostiene nuestra nacion, i es una en aquélla i este dominio, bajo la proteccion de la suya, que vemos como su mejor aliada i protectora. —Dios guarde a V.S. muchos años. —Santiago, agosto 6 de 1811. —Manuel Perez de Cotapos. —Doctor Juan Cerdan. —Agustin de Vial, secretario diputado. —Señor brigadier don Cárlos Elphistone Fleming.
Excmo. Señor:
A mi arribo a ese puerto en desempeño de los encargos del gobierno español, tuve el honor de