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CONGRESO NACIONAL DE 1811

fusion i desconfianza en todas las clases del estado i en todos los puntos del reino. Con las mejores intenciones, se pueden causar males terribles si no se acierta en el modo i medios de la ejecucion de los planes. Una revolucion siempre es un mal cuando las consecuencias i los resultados no son de una utilidad grande i evidente; pero, cuando se repiten las convulsiones sin objeto de utilidad pública claro, conocido i urjente, los males son infinitos i no están sujetos a cálculo. Los pueblos pierden la confianza de un gobierno paralítico, espuesto a tantas alteraciones i movimientos, i, en el rapto de sus temores e incertidumbres, tal vez maldicen la hora en que fueron sacados de sus tranquila esclavitud. Las provincias amigas que nos rodean, pierden para con nosotros el aprecio i estimacion a que somos acreedores, i las enemigas i enemigos solo ven en nuestros mas ilustres ciudadanos una turba de facciosos, revoltosos o intrigantes, sin probidad, sin virtudes i sin disposiciones para recibir i conservar el dón precioso de la libertad, o para gobernarse por sí mismos. Nos desprecian, por consiguiente, se hacen mas osados, i nos tienden lazos para acabarnos de arruinar. La fermentacion interior, la division, los temores paralizan el curso de los negocios mas interesantes i urjentes i hacen odioso el sistema, i se debe esperar que, si siguen estas disensiones domésticas, ántes de mucho tiempo no tengamos un amigo, i que todos conspiren contra la causa comun, que, por estos pasos, empeorará su suerte en vez de mejorarla.

Se espuso por primer motivo para la revolucion del 15 las quejas contra el gobierno del pueblo, que se suponia oprimido. El manifiesto dice que todos los individuos del poder ejecucutivo se hallaban exentos de toda culpa. Se le pidió, en el primer paso, que publicase un bando convocando al pueblo, i se le hizo el insulto inaudito, estraño i no necesario, si se procedia de buena fe, de prescribirle la forma, las palabras i espresiones, i, para decirlo todo, se le mandó escrito i se le obligó a publicarlo sin alteracion. Este bando contenia cláusulas malignas que autorizaban a nuestros enemigos a pedirlo todo, i a todo emprender; i de este modo, una pluma infiel i pérfida pudo hacer un abuso criminal de las intenciones las mas rectas. De semejantes premisas resultaron las consecuencias que debian esperarse. El bando se publica, i se junta una pequeña parte del pueblo, compuesta de los enemigos de nuestra sagrada causa, que tienen la osadía, hasta entónces no vista ni esperada, de proclamar un presidente i pedir la reposicion del gobierno antiguo en el momento en que ménos se debia esperar, i es cuando las tropas se hallaban con las armas en la mano. Un jóven inesperto, petulante i mal opinado tiene la osadía de insultar i engañar a la alta representacion nacional, i todos estos delincuentes hallan protectores i quedan impunes.

Se junta de nuevo el pueblo; i en sus pasos inciertos, tímidos i dudosos, aprueba la conducta del poder ejecutivo, le admite la renuncia i pide la institucion de un gobierno representativo compuesto de tres. Si este era el grande objeto de aquel movimiento ¿cuál fué la razon visible para precipitarlo? Las provincias lo ignoran i tienen un derecho incontestable para saberlo. Si el Congreso rejenerado lo habia reconocido i proclamado ¿debian las cosas llevarse al estremo sin motivo urjentísimo, por no esperar algunas semanas en que lo hiciese en órden, en regla i con tranquilidad? ¿Era preciso que se insultase, oprimiese i degradase la representacion nacional? que se prefijasen términos momentáneos? que obrase sin libertad, cediendo a la fuerza, i se le redujese a la triste situacion de que, para ser creido i obedecido, fuese necesario que los comandantes de las tropas firmasen i autorizasen los bandos? que se sembrase en el pueblo el terror, el espanto i la desolacion; i que, bajo la fórmula de proteccion, la fuerza militar usurpase la autoridad i el poder? que la artillería, con todo el carácter de la amenaza i del insulto, hiciese con separacion peticiones exorbitantes, subversivas i protectoras de los delincuentes; que contrariase.............? [1] ¿Era éste el medio de legalizar i subsanar las nulidades alegadas de los procedimientos del 5? ¿Podia hacerse con legalidad lo que no se hacia con libertad? I ¿podian tenerla, ni el pueblo, ni las autoridades en medio de las bayonetas i de las mechas de los cañones? ¿Podia haberla en las deliberaciones que emanaban de las peticiones de la fuerza armada? Las tropas son esencialmente obedientes, i no deliberan sino en union de la masa jeneral de los ciudadanos. Desde que se separan un punto de este principio, ya se constituyen en formal rebelion, i el insulto que hagan a la representacion nacional, lo hacen ménos a las personas de los representantes que a las provincias que representan.

Observe V.E. que nosotros principiamos por donde han acabado los mas florecientes i establecidos imperios. Roma cayó desde que las córtes pretorianas usurparon el poder de deponer i elejir a sus altos majistrados, sofocando el imperio sagrado de las leyes i de las autoridades lejítimas. El mismo destino tuvieron las mas celebradas repúblicas de la Grecia, i por semejantes motivos. Las facciones domésticas e intestinas que las devoraban hicieron perecer en distintas épocas millares de ilustres ciudadanos, los unos despues de los otros; i al fin, dieron en tierra con el suntuoso edificio de su libertad. Que ejemplos tan funestos sirvan, a lo ménos, para correjir i moderar nuestras pasiones, si no para hacernos sabios, virtuosos i prudentes.

Ya el jérmen de estos males los comienza a palpar V.E.; pues en oficio de 23 de de noviem

  1. En el manuscrito no aparecen las últimas palabras.