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SENADO CONSERVADOR

hijos, es en la que estamos nosotros confundidos. No es esto lo mas: cuantos nos buscan para sus demandas se tienen que esperar en la plazuela de pié, al sol i al agua i los alguaciles con la misma incomodidad; ya no podemos contenerlos. Resulta también de esto que, siendo una la pieza, está mui reducida, i dos nosotros, cuando el uno despacha se ve precisado a retirarse el otro i sus causas a sufrir postergaciones. Hace mes i medio que clamamos por que se nos proporcione despacho i se nos saque de aquella cochera indecente; pero, no lo hemos logrado, i resueltos a no habitarla mas damos a US. I. este aviso. Ultimamente, ha llegado a nuestra noticia que se piensa tomar algun arbitrio; todavia ignoramos el resultado. El tercer motivo de atraso en las causas criminales resulta que no hemos conseguido que los subdelegados i prefectos remitan en direccion a no sotros, los partes de los motivos por que remiten los reos a la cárcel.

"Acostumbrados a entenderse solo con el señor gobernador departamental, a él se los envian, de lo que resulta que si hai olvido u ocupación en su Secretaría de venir prontamente, i que no sepamos para cobrarlo si es el prefecto o el subdelegado, o el señor gobernador el cpie lo tiene. Circulándoles a los segundos una orden para que se entiendan con nosotros en todo lo criminal, estaba el mal remediado. El cuarto inconveniente que tenemos, para proceder en las causas de reos venidos de afuera, resulta de que los delegados no cuidan de enviarnos la sumaria. Tenemos muchos hombres en la cárcel sin saber qué hacernos con ellos, porque habiéndolos enviado los jueces de los partidos, con notas de criminosos, despues no han querido acompañar la sumaria para que se les juzgue. En diversas ocasiones han sido inútilmente reconvenidos por ésto, i creemos que el mal no tiene otro remedio que el de declararlos a todos incluidos en la multa de cincuenta pesos, por hombre que envíen a la cárcel sin la instruccion de su estilo. Estamos, señor, compadecidos de ver algunos que hace mas de dos meses a que nos están preguntando: ¿por qué se nos envió aquí? i sin poderles contestar. Respecto de las causas civiles, tenemos también para su despacho dos inconvenientes. El primero, es la falta de reglamento de administracion de justicia; pero, sabemos que ya está formado, aprobado i sancionado, i que no tardará en pasársenos. El segundo, es su resultado.

"El dia que nos recibimos del empleo de jueces de letras, entraron a nuestro estudio cerca ele cuatrocientos pleitos, algunos de ellos con seis u ocho volúmenes de autos, sucesivamente han estado viniendo sin cesar, i ya ni los que pudimos poner al corriente, alcanzamos a despachar con prontitud. Hasta ahora tenemos una gran parte de los que se nos entregaron en el mes de Enero, sin haber podido rejistrar ni aun divisar cuándo podemos hacerlo, pues a proposicion de lo que vamos recargando cada dia se nos imposibilita su lectura. Las declaraciones públicas, las quejas, los perjuicios de los interesados, a quienes ni aun podemos dar esperanzas de despachar algún dia, tienen nuestra sensibilidad tan herida, que estamos en estado de cerrar en un dia nuestras habitaciones o condenarnos a habitar donde los litigantes no sepan, para que así dejen de tenernos ocupados dia i noche de reconvenirnos i de rogarnos hasta por los santos del cielo que los despachemos. Este mal, Iltmo. señor, debe tomarse mas en consideración que ninguno. El quizas influye mucho en las turbulencias políticas, pues, desarreglada la administracion de justicia, todos los enemigos del Gobierno tienen pretesto para mover al pueblo, citándole hechos positivos. Solo el exámen i las demandas verbales, nos quitan tres horas diarias cuando ménos, i de las restantes la mayor parte, esas visitas de recuerdo i esas súplicas de cada interesado. Uno de nosotros tiene, entre otras muchas que ni aun ha podido rejistiar, siete concurses de acreedores entre los cuales algunos quizás están ya desesperados. A este mal no nos atrevemos a fijar el remedio; pero es preciso, señor, tomar alguno: o en nombrar otro juez que nos ayude, o en autorizar a los asesores, que conocían en esas causas, para que las dictaminen o en eximirnos del crimen i de las demandas, miéntras metodizamos el despacho. US. I. puede advertir otros, i nosotros no dudamos que empeñará su celo en que se tome; pues, conocemos el que tiene en los ramos de su inspeccion.

"Inciertos todos del sueldo que gozamos, nos vemos ya en la necesidad de pagar escribientes para los oficios, órdenes i demás despacho que ofrece. El escribiente del Cabildo gozaba un sobresueldo por servir al despacho de los alcaldes. No habiendo éstos, podria conmutársele en la obligacion de asistir al juzgado del señor juez que estuviese de turno. Con la oscuridad en las largas noches de invierno, aun a toda la luz del dia, se están observando escandalosos robos i aunque nosotros estamos dispuestos a tomar prontamente las causas, rara vez se consigue que se aprehendan los ladrones, porque quedando dos o tres alguaciles desocupados del servicio de policía i ordenanzas, i no habiendo otra tropa encargada de rondas para aprehender los delincuentes en estramuros, a donde no alcanzan los serenos, se cometen latrocinios i asesinatos impúnemente. Algunos alcaldes de barrio, cuyo espíritu público es digno de recompensa, hacen lo que está a su alcance; pero, unos hombres, sin auxilios prontos a veces, sin representación i espuestos al rencor de los malvados, pueden hacer mui poco. A este mal se puede encontrar el remedio en la reorganización de subdelegados, prefecteis e inspectores; pero todavía no se divisa 1 el peligro es inminente a la seguridad pública. Si se remedian algunos de los males de los indicados, nos quedará algún tiempo para dedicar