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SENADO CONSERVADOR

cantidad considerable de ganados que, dicho Guaichun me asegura, ha conducido para Talca con la cooperacion de los indios, a quienes habrá sabido interesar. Para prevenir los resultados funestos que podria tener esta nueva alianza de Carrera, he regalado i dispensado a dicho cacique todas aquellas consideraciones en que acostumbran los de su clase valorar su amistad, i me ha prometido, despues de muchas ratificaciones, que, no solo no le permitirá el paso por su territorio, pero que hará todo jénero de guerra. Todo lo que comunico a V.E. para su satisfaccion i conocimiento. —Dios guarde a V.E. muchos años. —Mendoza, Octubre 12 de 1820. —Excmo. Señor. —Tomas Godoy Cruz. Excmo. Supremo Director de la República de Chile. —Es copia. —Zenteno.


Núm. 627

Excmo. Señor:

La provincia de Cuyo i este pueblo, en particular, vana manifestara V.E. cuánto pueden la union i la recíproca armonía cuando con interés se defienden sus soberanos derechos, i que ellas son el baluarte mas fuerte para destruir los enemigos interiores i esteriores. V.E. sabe cuánto ha trabajado i negociado por un objeto que debe afianzar los progresos de la felicidad de la América i para el acierto de la espedicion naval de esa República contra Lima. Así es que el Gobierno i gran pueblo de Buenos Aires, penetrados de la fuerza de estos sentimientos i de no permitir vacile jamás la libertad que tienen adquirida a costa de tanta sangre i sacrificios, no han parado hasta ver frustradas las criminales aspiraciones de los proscritos Alvear i Carrera que, por su ambicion ilimitada, intentaban ser otros Napoleones en todo el continente de SudAmérica, con el escarmiento de la completa derrota que les han hecho aquellas bravas lejiones, de cuyas lisonjeras noticias consideramos a V.E. perfectamente ilustrado.

La inicua empresa de aquellos caudillos, monstruo de los crímenes, la hicieron trascendental hasta estos pueblos en hombres poco cautos i débiles en abrigar sus sujestiones contra sus propios intereses i el bien jeneral de nuestra causa. Tal conducta ha sido la que ha observado el desagradecido i desnaturalizado ex-coronel, Corro, jefe del batallon número 1 de cazadores, que debiendo emplear la fuerza de sil mando contra el enemigo común, la tenia destinada a las arbitrariedades de sus caudillos i para subyugar a esta virtuosa provincia en sus horribles designios contra esta República.

Se creyó que las circunstancias i los acontecimientos de Carrera i Alvear contra Buenos Aires ya les eran favorables para poner en ejecucion sus planes; pero, de nada les sirvió intentarlo contra Mendoza i este pueblo, invadiendo a aquél i desarmando a éste para el logro de sus esperanzas tan depravadas; pues, la union de unos i otros habitantes, i la resolucion de primero morir que ver ultrajada su dignidad, hollados sus sagrados derechos, i que un intruso desmerecedor del rango a que lo habia elevado su jenerosidad i las consideraciones de V.E. i del Excmo. Señor Jeneral don José de San Martin, levantase el estandarte de la opresion i desorden, le hicieron sufrir el escarmiento de su osadía, botándolo de ámbos territorios, el terror que le impusieron su entusiasmo i la unión de sus armas combinadas, en precipitada i vergonzosa fuga, sin otro refujio que la presa de pueblos indefensos.

La ha hecho en el de la Rioja, a quien hemos socorrido inmediatamente con 200 bravos de nuestra infantería i caballería nacional, bien armados que, con otros tantos de tercerolas i sables que de San Luis vuelan en este auxilio, i a esta fecha contemplamos reunida esta fuerza con la de la Rioja i la que le viene del Tucuman en número de cien dragones aguerridos, de un momento a otro, esperamos la noticia del esterminio de este brote de los tiranos.

Ya estos pueblos respiran su libertad. La provincia, con este acontecimiento, se hará respetar de cuantos intrusos intenten perturbarla, i destruido el apoyo de Alvear i Carrera en las armas de Corro, nada tiene que temer, ni V.E. dudar que, por esa República i estos pueblos, serán ajigantados i felices los progresos de la libertad.

Cuando V.E. prometió a Mendoza, por medio de su plenipotenciario, concurrir con los auxilios que necesitase para oponerse a las aspiraciones de Carrera, i la provincia celebró los pactos solemnes de su íntima unión i amistad, fué también el que de aquéllos participasen recíprocamente los tres pueblos que la componen. En ellos ve V.E. logrados sus suspirados deseos i libre su República de que los vándalos opresores de estos habitantes le atenten como aspiraban; pero, como en el orden de acontecimientos, el primer objeto i las atenciones de un Gobierno sean estar prevenidos para la defensa en iguales casos, este pueblo se halla exhausto de armamento, principalmente de sables, i por los estremados sacrificios que ha padecido, sin recursos para adquirirlos. V.E., por los intereses de la nacion, los de su República i de esta provincia, debe tenerlos en que no carezca del auxilio del último artículo, i con esta confianza suplicamos a V.E. se digne socorrernos con doscientos, a lo ménos, de la mejor calidad, cuya demostracion será la prueba de su digna oferta i la consideracion de nuestra gratitud a los altos respetos de V.E. —Dios guarde a V.E. muchos años. —San Juan i Setiembre 5 de 1820. —Excmo. Señor. —José Antonio Sánchez. —Hilarion Purgues. —Dr. Estanislao Tello. —José Tomás Albarracin. Juan Ventura Moron. —Juan José de Pino. —Excmo. Señor Supremo Director de la República de i Chile, —Es copia. —Zenteno.