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SESION DE 8 DE FEBRERO DE 1819
  1. ereccion del Protomedicato i las que se han dictado posteriormente para cortar de raíz los abusos que se cometen en la práctica de la medicina. (Anexo núm.369.)
  2. Aumentar de cinco a quince mil pesos la contribucion con que el vecindario de la capital debe contribuir mensualmente, i nombrar una comision compuesta de don Luis Martinez de Mata, don José Ignacio Izquierdo i don Pedro de los Alamos para que ratee las fortunas de los vecinos i fije el monto de la cuota de cada uno, teniendo a la vista la lista formada por el cabildo para la exaccion de los cinco mil pesos que se han exijido hasta ahora. (Anexos números 370 i 371.)

ACTA

En la ciudad de Santiago de Chile, a ocho dias del mes de Febrero de mil ochocientos diezinueve, convocado el Excmo. Senado en su sala de acuerdos i en sesiones ordinarias, mandó que por Secretaría se pidiera al protomédico la cédula de ereccion del protomedicato con las posteriores que se han espedido para cortar de raíz los abusos que se cometen en la medicina.

Siendo de absoluta necesidad consultar en el dia los medios de subvenir a las actuales urjencias del Erario, que no alcanza a sufragar a los grandes gastos del Estado con las ordinarias entradas, i teniendo S.E. a la vista la lista de la mensual contribucion de la capital que arregló el Ilustre Cabildo, reduciendo a cinco mil pesos mensuales los veinte mil que mandó exijir el Supremo Director; acordó S.E. que, para ahorrar al vecindario estraordinarias pensiones i personalísimas exacciones, que no pocas veces arranca la necesidad, se aumente el mensual a la cantidad de quince mil pesos, inclusos los cinco mil que están señalados; i estableciendo una comision que debe encargarse de la obra, se elijió para ella a don Luis Martinez de Mata, a don José Ignacio Izquierdo i a don Pedro de los Alamos, previniendo que, por Secretaría, se pasara al primero la lista formada para que sirviera de norte, diciendo a éste i a los segundos que, excepcionando a los empleados por la rebaja que llevan del tercio de sus sueldos, ratearan en todo el vecindario los quince mil pesos con arreglo a las fortunas de cada individuo.

Dispuso igualmente que a la nota del teniente-gobernador de los Andes sobre la asignacion de sueldo o admision de su renuncia, se le contestara que, habiendo dado S.E. la resolucion que le pidió el Supremo Director, ocurriera allí a saber el resultado; i quedando todo cumplido, firmaron los señores senadores con el infrascrito secretario. —Cienfuegos. —Perez. —Alcalde. —Rozas. —Villarreal, secretario.


ANEXOS

Núm. 364

Para establecer el Hospicio de Pobres, se compró por los comisionados la antigua casa de ejercicios llamada "La Ollería" al administrador de la actual, que lo era don Buenaventura Arcaya, en el precio de cuatro mil pesos, por escritura otorgada ante don Ignacio Torres. De este principal se entregaron dos mil pesos a don Joaquin Sotomayor, de una limosna hecha por don Pedro Balmaceda, los que no se anotaron al márjen por temor de la consolidacion, i solo se pidió un recibo por duplicado, que existe en mi poder.

Su reedificacion i la capilla se costeó con limosnas, principalmente con la de cuatro mil pesos que dió el Iltmo. señor Obispo don Francisco de Borja Maran, ochocientos que obló el señor don Juan Alcalde, i otras franqueadas por el señor don Mateo Toro, i sobre todo por el señor Presidente don Luis Muñoz de Guzman.

Su proteccion facilitó que se aplicase a favor del establecimiento la finca inmediata perteneciente a temporalidades de ex-jesuitas, cuyos edificios, estando contiguos, se reunieron, i las tierras se pusieron en el arrendamiento de trescientos i cincuenta pesos, que hacen el único fondo seguro de aquella Casa. Tambien se tenia por estable la erogacion que empezó el señor Obispo Maran, de cien pesos, para dar de comer a los pobres los nueve dias inmediatos a la festividad del Cármen, i otros doscientos para vestir doce pobres que asistian al lavatorio la Semana Santa, los que se continuaron dando aun en tiempo de vacante; del mismo modo se estimaban doscientos pesos que daba al padre capellan el Conde de la Conquista miéntras vivió.

Todo lo demas era eventual, como el producto de la estraccion de aceite de linaza, que producia alguna utilidad porque lo conducian gratuitamente los navieros i porque se les eximió de derechos, igualmente que a los efectos que se compraban con su valor para beneficio de la Casa. Muchas personas se suscribieron para limosnas mensuales; otras para dar de comer por uno o mas dias, i éstas ascendian a mas de doscientas. Para los entierros se llamaba con preferencia a los pobres del Hospicio, i dejaban éstos parte de la limosna a favor de la comunidad. Los barberos de la plaza los afeitaban de balde i en remuneracion lograban ciertos pequeños privilejios. Lo mismo hacian los médicos i cirujanos