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SESION DE 28 DE JULIO DE 1819

cualquier viajante de Chile a Lima ajusta su pasaje en cincuenta pesos, con la comodidad de un camarote i de comer regaladamente en la mesa de los oficiales.

Prescindiendo de otros reparos, que no se ocultarán a V. E., es notable el de trescientos setenta i cinco mil pesos que piden Arcos i su socio, tanto por la cantidad como por el modo que proponen para su pago. Lo es también el de las pequeñas raciones que manifiesta en su estado para la manutencion diaria del ejército i marina.

Si V. E. lo tuviese a bien, podrá nombrar entre los hacendados i demás personas de conocida instruccion de esta capital, el número de sujetos que estime suficiente para que, a presencia de V. E, examinen detenidamente cada artículo de ambas propuestas i espongan su parecer, con cuya medida podrá resolverse el negocio con la ilustracion que es necesaria i demanda su importancia.

Dios guarde a V. E. muchos años. —Palacio Directorial de Santiago, Julio 27 de 1819. -Bernardo O'Higgins. —Excmo. Senado del Estado.


Núm. 187

Excmo. Señor:

Deseando instalar i protejer inmediatamente aquellos establecimientos que por su naturaleza i objeto no solo hacen honor a las naciones cultas sino que de un modo activo i palpable refluyen en beneficio del todo o parte de los miembros que las componen, soi de dictámen que la casa que servia de Seminario se franquee para establecer la Compañía de Inválidos que bajo la denominacion conveniente va a formarse en esta capital, cuyo mando interno i estenio se someterá a un jefe que reúna las cualidades mas recomendables i análogas a las funciones que debe desempeñar, dotándola también del correspondiente número de oficiales, para que a mas de cuidar la parte mecánica, sirvan para conducirlos de faccion cuando por falta de tropa viva sea preciso que cubran los puestos de guardia.

Me persuado que el respetable asilo de los valientes i jubilados defensores de la patria llamará hácia sí toda la atención de V. E. para remover cualquier obstáculo que se presente a la facilitacion de dicho edificio.

Cuente desde ahora el soldado con un seguro apoyo que le garantice de la pérdida de sus miembros o de la forzosa inercia de sus achaques; vea que sus sacrificios i privaciones no son olvidados i que el Gobierno le deposita como modelo que deben imitar sus conciudadanos i en donde una vida pasiva i sedentaria les ofrece dulce descanso a sus marciales fatigas.

No dudo que V. E. asentirá gustoso a la entrega de aquella casa para el laudable objeto que dejo indicado, contestándome de conformidad o sobre cualquier óbice que hubiere en el particular.

Dios guarde a V. E. muchos años. —Palacio Directorial de Santiago, 27 de Julio de 1819. —Bernardo O'Higgins. -Excmo. Senado.


Núm. 188

Excmo. Señor:

Los grandes gastos del Ejército i Marina aumentan diariamente la pobreza del Erario, i para sostenerlos no ha habido otro recurso que el terrible de las contribuciones; recurso que siempre ha pugnado con mis ideas, i solo ha podido obligarme a usarlo la necesidad, especialmente con respecto a las contribuciones directas. Nada me mortifica tanto como el considerar que carecemos de un Reglamento para administrar con método; por cuya falta no alcanzan quizá a cubrirse los objetos ni se pueden distribuir los impuestos estraordinarios de un modo suave i proporcionado a las facultades de los contribuyentes.

Por los adjuntos documentos, conocerá V. E. que solo en el ramo del camino de Valparaíso se ha procedido con tal desgreño que con poca diferencia habrá perdido el Erario la mitad de lo que debia ingresar, según el actual estado del comercio marítimo de aquel puerto. Si su Gobernador no hubiese apuntado los medios de hacerlo mas productivo, es verosímil que este ramo continuase sirviendo para enriquecer a sus subastadores sin que nadie pensase en advertírnoslo. Yo recelo fundadamente que corren igual suerte, si no todos, los mas de los ramos de Hacienda.

¿Cómo es posible persuadirse de que no encontremos un hombre capaz de administrar con pureza el ramo del camino? No necesita de muchas manos, ni su manejo es complicado, porque felizmente hai en Valparaíso un punto de precisa e inevitable entrada donde se hace el cobro sin que pueda ser defraudado. Cualquiera de tantos buenos patriotas que hai sin destino porque la patria no ha podido colocarlos a todos, lo servirá con una asignacion proporcionada, resultando los bienes de su establecimiento i el aumento del tesoro público.

V. E. que está empeñado en hacer prosperar el Estado, fijará su atención en este artículo i dictará las reglas mas adecuadas para que se remedien unos males de tanta trascendencia, empezando por el del ramo del camino de Valparaíso. El enemigo va a hacer los últimos esfuerzos para sojuzgarnos. Si nos disponemos a esperarlo poniendo en acción todos los recursos de que abunda nuestro feliz suelo, nada debemos temer.

Dios guarde a V. E. muchos años. —Palacio Directorial de Santiago, Julio 27 de 1819. —