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Prefacio

tad. Felizmente está desapareciendo-si ya no ha cesado del todotan deplorable dualismo moral. Sin confundirse con la exaltación española, la conciencia argentina ha sentido, según la noble máxima de Sieyès que «no pueden ser libres los que no saben ser justos».

Ahora bien: las primeras palabras de desagra- vio á la memoria de la víctima, las profirió, co- mo ya se tiene indicado, el que llamé alguna vez - y creo que sin protesta de nadieel más ilus- tre y respetado de los argentinos. Y, lo declaro sin embarazo, tan á honra tengo el haber sido oca- sión para que dichas palabras se pronunciaran, y por tan valiosas las tengo en la obra c. raún de reparación histórica, que quiero transcribirlas en seguida, desprendiéndolas del texto integro que el lector encontrará en el Apéndice:

KAN, he seguido con interés Is lectors de ese es- tudio (el presente), que algo agrega á la historia ar- gentina, aunque disintiese en muchos puntos de su modo de ver y de pensar; pues simpatizaba con el sentimiento nativo que mueve al sebor Groussac á exaltar la figura de un varón de su raza, que se ilus- tró entre nosotros como el primer caudilo militar que nos condujo por primera vez á la victoria, al en- bayar las armas con que conquistamos la indepen- dencia, siendo por la fatalidad de los tiempos, la primera víctima inmolatoria de nuestra revolución. Gloria es debida al héroe franco-hispano-argentino de la Reconquista y de la Defensa de Buenos Aires. Sobre su tumba pueden darse el abrazo de frater- nidad españoles y argentinos, y honrar juntos la me- moria de un hijo de la heroica Francia.

Viniendo de quien viene, tan elocuente y espon- táneo manifiesto prueba evidentemente que se ha dado un gran paso en el camino de la justicia póstuma, y que se acerca la hora solemne, igual. mente honrosa para el glorificado y los glorificado- res, en que tomando aquélla una forma material y perenne, se alce la estatua del Reconquistador en el corazón de la ciudad por él reconquistada. Entre tanto, sólo quiero agregar á este prefacio una breve reflexión, que mejor llamara—á la francesa