254 HUMBERTO SALVADOR
ridícula resulta la vieja moral, qué estúpidos aparecen los có- digos reaccionarios, ante la maravillosa claridad de la ideolo- gía nueva, que hace resucitar al querer en toda su elevación y pureza!
Y la Kolontay añade '“Todo para el hombre amado”, pro- clamaba la moral burguesa. *““Todo para la colectividad”, esta- clece la moral proletaria”.
Una ética moderna, no puede considerar al sexo únicamente como un apetito natural. Es mucho más. Se relaciona con los aspectos de máxima elevación de la vida humana.
“La doctrina de que hay algo de pecaminoso en el sexo —dice Bertrand Russell—-, ha causado daño invencible en el ca. rácter individual, daño que empieza en la niñez y.dura toda la vida.”
“Manteniendo en prisión el amor sexual, la moralidad con- vencional ha contribuido mucho a encarcelar todas las otras formas de sentimientos amistosos, y ha hecho a los hombres menos generosos, menos bondadosos, más egoístas y más crue- les”. Y continúa: “Lo esencial en un buen matrimonio es el respeto a la personalidad de cada cónyuge, combinado con la intimidad profunda, física, mental y espiritual, merced a -los cuales un amor entre hombre y mujer es la experiencia hu- mana más fructuosa”.
La Liga Mundial para la reforma sexual, ha concrotado en forma admirable el espíritu y las finalidades de la nueva moral del sexo. Sus postulados son:
1* Igualdad de derechos de la mujer con el hombre, tanto en el terreno político como en el económico y sexual.
2* Liberación del matrimonio y muy en especial del divor- cio, de la tutela de la Iglesia y del Estado.
3% Concepción a voluntad para que el parto sea deliberado.
4" Mejora de la raza por divulgación de los conocimientos eugenésicos.
5% Protección a la madre soltera; reconocimiento de la igual- dad completa de los hijos legítimos e ilegítimos.
6* Justa apreciación de los estados intersexuales, tanto en el hombre como en la mujer.
7 Prevención de la prostitución y las enfermedades ve- néreas.
8* Considerar las perturbaciones del instinto sexual como fe-
