ESQUEMA SEXUAL 223
Así es como la moral clásica, monstruosamente, clasifica a las mujeres con la misma ferocidad con que clasifica a los hijos. :
El burgués —por mediocridad o por mala fe-—, no com- prende o no quiere comprender que la prostituta es también una mujer.
Porque hay que admitir que la prostitución se debz, espe- cialmente, a causas económicas. De la clase proletaria surge la muchacha de burdel. El hambre ia lleva hasta la degune- ración.
Si es una burguesa la que se entrega al libertinaje, ya no es prostituta, sino “'una dama que sabe gozar de la vida”.
El fundamento mismo de la vieja moral «s falso. El burgués se siente ofendido si oye que la mujer es igual al hombre. Para él la mujer es un ser inferior, es una “propiedad” del hombre. La loyenda cristiana según la cual Eva fué formada de una costilla de Adán, explica en forma clara, cuál es la idea antigua acerca de la mujer.
El reaccionario encuentra lógico que las muchachas se divi- dan en una serie de grupcs. La esposa, la novia, son propie- dades exclusivas de un solo hombre. La amante, puede cam- biar de dueño. La prostituta es para todos,
La ciencia ncs enseña que la mujer es un valor equipoten- cial al hombre. Aún más. Sir Almroth Wright declara que la mujer es el verdadero tipo de la especie, y el hombre una variante sexual. La afirmación de Wright se basa en la teoría ginecocéntrica que Lester Ward fué el primero en formular.
Según esta doctrina el szxo femenino es el primario y el masculino el secundario en el esquema orgánico.
Si bien esta teoría ha sido rechazada por la biología moder- na, en cambio ésta admite la igualdad de los sexos. Es ridículo hablar en nuestro tiempo de la inferioridad de la mujer y acep- tar la interpretación religiosa de su esclavitud. La brillante intervención de la mujer en la política, en la ciencia y en el arte de lcs pueblos cultos, especialmente de Rusia, prueban hasta la evidencia 3u capacidad.
Si la mujer no surgió en el pasado como el hombre, es por- «que a ella no se la educó como a él. Hay mujercs superiores, como hay hombres geniales. Existen mujeres tontas, como existen hombres imbéciles.
