ESQUEMA SEXUAL 159
que el médico no será, a la vez, analista y consejero. Sólo tra- tará de que el enfermo conozca la causa de sus conflictos,
Los componentes principales que funcionan ¡para producir la resistencia, la base sobre la que se erigen lus mecanismos psíquicos a los que se debe la resistencia y a los cuales ésta debe su fuerza, son: el narcisista y las corrientes homosexua- les subconscientes.
El médico se convierte para el paciente en el símbolo sub- consciente de la censura o del “yo ideal”. El enfermo, sub- conscientemente, se opone a la comparación constante entre el “yo'” y el “super yo'”. Así es como brota la resistencia, co- mo efecto del narcisismo.
También, frecuentemente, el complejo de castración es la base de la resistencia.
El origen de la resistencia, en el caso de tendencias homo- sexuales subconscientes es el de que el enfermo se defiende, también subconscientemente, en virtud de sus propias inclina- ciones homoeróticas, de análogas tendencias que cree existen en el médico. Las resistencias, en este caso, son una medida defensiva que surge del temor de la tentación.
La transferencia-resistencia, es ambivalente de amor y odio y recae sobre el médico que conduce el análisis. Pero estos fenómenos de resistencia y transferencia, no pertenecen sólo al campo psicoanalítico, sino que son fenómenos de la vida co- tidiana. Las obras literarias realmente artísticas, han sido ver- daderas exposiciones clínicas de estos fenómenos espirituales, hechas también subconscientemente, lo que prueba, una vez más, la grandiosidad del genio estético.
Es frecuente que las tendencias autoeróticas sufran un des- plazamiento hacia la boca, que se traduce por afición exagera- da a ciertos alimentos.
Dice Hawthorne: “Una enfermedad corporal, que a menu- do consideramos como una cosa aparte y distinta en sí misma, puede, con todo, ser sólo un síntoma de una enfermedad en la parte espiritual de nuestra naturaleza.”
Freud ha señalado como verdadero campo de la psicoanáli- sis las neurosis de transferencia y de conversión, la histeria y la neurosis obsesiva. Pero se ha visto que muchas otras en- fermedades, incluso aquellas que hasta ahora se habían consi- derado como orgánicas, como la enfermedad de Basedow, ad-
