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ESQUEMA SEXUAL 157

ama al analista, confía en él, le transfiere sus propios senti- mientos, cuando la transferencia es positiva; o bien le odia, desconfía de él, cuando es negativa.

“El analista no debe destruir la transferencia, ní tampoco corresponderla”', —dice Freud—.

Vencer la resistencia, es labor larga y difícil, pero una vez dominada, el deseo inconsciente es libertado de la represión y pierde su fuerza sintomógena: la libido, hasta entonces uni- da al síntoma, queda en libertad. La libido libertada, se vierte sobre otro objeto, es transferida a él. Empieza por dirigirse al médico.

El fenómeno puede verificarse de diferentes maneras. Unas veces adopta la transferencia un carácter paternal. Todos los sentimientos que guarda el enfermo para la imagen de su pa- dre, son llevados por la libido hacia el médico .Otras veces aparece una actitud de veneración entusiasta o un matiz eró- tico. Este carácter es frecuente, sobre todo en las transferen- cias procedentes de la mujer y del homosexual. Tales trans- ferencias pueden presentar todos los matices, desde el puro re- conocimiento de la autoridad, hasta el exclusivamente volup- tuoso.

Es comprensible que la transferencia se presenta también en forma hostil, dado el carácter ambivalente de las energías in- diferenciadas del alma. Esta fase de la evolución del análisis presenta al médico el problema de vencer la transferencia, así como fué vencida la resistencia. Tiene el médico que infundir al enfermo la idea de que la transferencia no tiene nada que ver con la personalidad real del analista; debe demostrarle que en cada una de las formas de la transferencia, se trata de la libido que se ha vertido sobre el objeto más próximo, y que tiene que deshacer, a su vez, la transferencia con serenidad y firmeza.

Vencida esta última dificultad, el enfermo queda en com- pleta posesión de sus tendencias psíquicas. Está curado.

Si han sido vencidas las resistencias, librados de la repre- sión los contenidos anímicos, desaparecen los síntomas. Cuan- do han sido solucionadas las transferencias, recobra el enfermo su capacidad de producción y de gozo. Vuelve a ser útil para la sociedad.

La transferencia y la resistencia se manifiestan en multitud