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154 HUMBERTO SALVADOR

y países. Dada la enorme importancia que tiene la conserva- ción de la especie, es lógico que la sexualidad aparezca en los sueños con intensidad y frecuencia. En los sueños es donde queda franco el acceso a las capas creadoras de la vida, más profundas que la misma individualidad.

Ningún símbolo es en sí patológico, pero en los enfermos los símbolos descubren el camino que conduce al conocimiento de las raíces de la enfermedad.

Las neurosis usan ampliamente el simbolismo. De la misma manera que el sueño representa muchas veces la realización de deseos en forma simbólica, así el síntoma neurótico representa la verificación, igualmente simbólica, por los caminos de la fantasía inconsciente, de un deseo insatisfecho.

Señalan los psicoanalistas, símbolos que son ya clásicos,

La representación habitual del cuerpo del paciente, es por medio de una casa. La desnudez, crea la bella paradoja de in- dicarse en el sueño por medio de la ropa. Partes que se mues- tran por los intersticios, símbolos son de exhibicionismo. El cuerpo del hombre se representa por cosas llanas; el femeni- no, por irregulares.

El acto sexual suele representarse por aquellos tipos de mo- vimiento que implican alteraciones de los miembros o movi- mientos rápidos de delante hacia atrás. Tal es el caso de co- rrer, subir o bajar escaleras, bailar, mecerse en un columpio o el de la ejecución al piano.

Si el simbolismo es el verdadero deseo del coito, o meramen- te el de la masturbación, dependerá mucho de la interrelación de las partes del ensueño. Así, los ejercicios de cinco dedos en el piano, a menudo representan el deseo puramente mastur- batorio, pues para muchos individuos, el coito no ha desarro- llado más allá de la etapa narcisista o masturbatoria. En este caso, el acto sexual no es una expresión de amor, sino sólo de la satisfacción de sí mismo.

El coito indicado por la ascensión de una escalera tiene, por norma general, un valor ético más alto que el que sugiere la bajada de la misma. La cifra 3 se emplea con frecuencia co- mo símbolo de los órganos genitales masculinos.

El sexo masculino suele representarse por un objeto más o menos largo y delgado: daga, tronco, puñal, bastón, pláta- no, culebra, pez. Este último —hay que recordarlo—, tiene