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ESQUEMA SEXUAL 143

senta en forma negativa, puede ser también una grave difi- cultad.

En la segunda fase, se vuelve a desligar la libido del nuevo objeto, el operador, para ponerla al servicio del yo.

La terapéutica psicoanalítica es la más eficaz de las emplea- das hasta ahora para el tratamiento de las neurosis.

Las desviaciones de la libido se refieren, principalmente, al objeto sexual. Es la primera la homosexualidad.

Nace de una intensa fijación en la primera mujer, la madre. El sujeto se identifica con ella y, narcisista, se toma a sí mis- mo como fin sexual. Más tarde, busca hombres a los que *'quie- re amar como su madre le amó a él”. Estos procesos psi- cológicos del homosexual, son, naturalmente, inconscientes.

Con frecuencia, son también los impúberes y los animales objeto. sexual.

Según Freud, puede haber dos categorías de desviaciones del fin sexual:

a) transgresiones anatómicas;

b) detención o fijación en los fines preliminares.

Pueden proceder las primeras de la supervaloración del ob- jeto sexual, que hace insuficiente el placer que proporciona el contacto de los genitales y pretende gozar de todo el cuerpo. Aparece entonces el empleo sexual de partes del cuerpo ina-. decuadas al fin y la sustitución inapropiada del objeto sexual, como ocurre en el fetichismo, la bestialidad y otros extravíos.

El origen de las segundas, se encuentra especialmente en las dificultades que ofrece la consecución del fin sexual normal, que favorecen la tendencia a permanecer en los actos prepara- torios en el único fin sexual, Tal fenómeno ocurre en el ex- hibicionismo, sadismo y masoquismo.

En el acto sexual, se pueden distinguir dos fases: la prime- ra, constituída por la excitación de las zonas erógenas (placer preliminar) y las segundas, por la descarga de la materia se- minal (placer final). El peligro está en que el placer preli- minar sea demasiado intenso y, en cambio, la tensión demasia- do pequeña, con lo que falta la energía necesaria para llegar al final y el medio se convierte en fin. La utilización excesiva de una zona erógena durante la infancia, puede conducir a la perversión que es una detención en los actos preparatorios del proceso sexual,