Página:Salvador Esquema sexual.djvu/113

Esta página no ha sido corregida

ESQUEMA SEXUAL ' 113

Freud, con su inmensa teoría “ha perturbado el sueño del mundo”.

Se ha dicho que son exageradas sus conclusiones sobre la se- xualidad infantil. Que él ha confundido lo sexual con lo sen- sual. N

Biológicamente —se argumenta—, no parece muy cierto que un sistema de impulsos que se desarrolla en la niñez, se pa- ralice durante un lapso de tiempo, para aparecer de nuevo vi- goroso en la pubertad. Pero es cierto que la: vida sexual pos- terior, está cruzada por procesos reactivos de impresiones pre- maturas de la infancia y que la gran mayoría de las neurosis son resultado de conflictos de las fuerzas sexuales.

También se ha dicho que el freudismo no toma en cuenta la herencia y la constitución. No es verdadera esta objeción. Ya en 1905 estudió Freud el problema de las relaciones de la neurosis con la constitución y el factor hereditario.

Freud dió amplitud mayor a su teoría, tendiendo a esclare- cer, basándose en la psicoanálisis, los cuadros patológicos de las" psicosis narcisistas, de la paranoia, de la esquizofrenia y de los sindromes melancólicos.

La forma más vasta de su doctrina, está en los conceptos capitales de ella,

Libido es la suma de tendencias de la vida sexual. Freud las separa del conjunto de tendencias del yo, cuyos caracteres son el hambre y la propia conservación. Estos hechos son “los intereses”, en oposición a la libido, que es la cantidad de ener- gia que el yo aplica a los objetos de aspiración sexual. Las ten- dencias libidinosas empiezan desarrollándose independientemen- te unas de otras y después se unen en la subordinación al órga- no sexual.

Cuando surge un conflicto entre las tendencias sexuales y las tendencias del yo, prodúcese una neurosis del tipo de las de transferencia.

El placer es la aspiración esencial de la libido.

Puede suceder que algunas tendencias sexuales queden en un punto de su desarrollo, sin completar el grado de su evo- lución nermal. Es éste el caso de la regresión.

También puede regresar toda la organización sexual a esta- dos primitivos, como en el autoerotismo, fenómeno de la pri- mera infancia o en el incesto, “época del Complejo de Edipo”. La regresión tal se observa, con frecuencia, en la histéria.