dios, Jokanaan, pero a mí, a mí, tú nunca me viste. Si me hubieras visto me habrías amado. Yo te vi, y te amé. ¡Oh, cuanto te amé! Aun te amo, Jokanaan, sólo te amo a ti... Estoy sedienta de tu belleza; estoy hambrienta de tu cuerpo; y ni el vino ni las manzanas pueden apaciguar mi deseo. ¿Qué haré ahora, Jokanaan? Ahora que ni las inundaciones ni los grandes océanos pueden calmar mi pasión. Yo era una princesa, y tú me despreciaste. Yo era una virgen, y tú me arrebataste la pureza. Yo era casta, y tú llenaste mis venas con fuego... ¡Ah! ¿Por qué no me miras? Si me hubieras visto me habrías amado. Sé muy bien que me habrías amado, y el misterio del amor es más grande que el misterio de la muerte.
HERODES
Es monstruosa, tu hija; te digo que es monstruosa. En verdad, lo que ha hecho es un terrible crimen, estoy seguro de que es un crimen contra algún dios desconocido.
HERODÍAS
Estoy satisfecha con mi hija. Ha hecho bien. Y ahora me quedaré aquí.
HERODES
[Levantándose.]
¡Ah! ¡Ahí habla la esposa de mi hermano! ¡Ven! No pienso quedarme en este lugar. Ven, te digo.