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Madama de Sévigné

laboriosa un nuevo orden político, en tanto que en Francia aún no se habían apagado los chispazos de sus discordias civiles. En la Corte y en algunos salones, unas cuantas flores del ingenio estaban ya en moda; pero sin que germinase todavía nada grande ni original, y se vivía hasta la saciedad, de las novelas españolas y de los cuentos pastoriles y sonetos de Italia. Sólo después de Richelieu y de la Fronda, bajo el reinado de la reina madre y del duque de Mazarino, de las fiestas de Saint-Mandé y de Vaux, de los salones del hotel de Rambouillet[1], o de las antecámaras del joven rey, salieron como por un milagro tres ingenios excelentes, tres genios diversamente dotados; pero los tres de un gusto ingenuo y puro, de una perfecta sencillez, de una riqueza afortunada, llenos de gracia y de delicadeza indígenas, y destinados a abrir una nueva era brillante y de gloria, en la que nadie les sobrepasó. Molière, La Fontaine y Madama de Sévigné pertenecen a la generación literaria que precedió a la en que Racine y Boileau fueron los maestros, distinguiéndose los unos de los otros en rasgos que obedecieron a la naturaleza de sus genios y a la época en que vivieron. Se observa, por las formas que adoptan sus talentos, que no nacieron muy lejanos de la Francia anterior a Luis XIV, de la añeja lengua y del viejo ingenio francés; que en ellos obraron por mucho la educación y las lecturas, y que si fueron menos considerados que otros escritores por los extranjeros, es debido a lo que hay de más íntimo, indefinible y más encantador para nosotros en sus expresiones y en sus maneras de hacer. Así hoy, con razón, nos afanamos por rectificar y poner en su lugar muchos

  1. 'En memoire pour servir à l'Histoire de la Société polie (1835) Monsleur Roederer ha seguido de muy cerca y desenredado todo lo que se refiere al hotel de Rambouillet. con una predilección y una minuciosidad que no estorba, según nosotros, ni a la veracidad ni al agrado que produce su libro. Sería preciso, sin embargo, menos erratas en los nombres y en las fechas.