446 MADAMA DE RÉMUSAT
Sería muy importante averiguar si Madama de Rému- sat aportó algo de particular y de nuevo a la conversación de aquel tiempo, pues seguramente que intentó introducir la seriedad. Las dos partes estaban antes sensiblemente separadas: se tenía la seriedad en el gabinete y en la soledad, y lo frívolo y lo divertido en los círculos mun- danos. Así, pues, había lugar a un intento de transacción y de conciliación. Nosotros, literatos, que juzgamos desde un poco lejos y sólo por libros, diremos que si Madama de Staél introdujo y mantuvo una especie de seriedad más exaltada, que si Madama Guizot (señorita Paulina de Meu- lan) no temió a una seriedad más razonadora y perfecta, Madama de Rémusat debió de buscar una seriedad más uni- da y más suave. Pero todas estas distinciones son fórmulas dictadas después para uso de los que no han visto. Me apresuro a salir de esto, pues veo desde aquí los verda- deros testigos, los solos ¡ue han vivido y que saben, que sonrien.
En la historia (casi imposible desgraciadamente) de la conversación en Francia, un rasgo bastaría para calificar a Madama de Rémusat: fué la mujer con quien gustaban más de conversar Napoleón y M. de Talleyrand.
La historia de la conversación, acabo de decir, es im- posible, como la de todo lo que es esencialmente relativo y pasajero, y que se refiere a las propias impresiones. ¿Dónde encontrar los elementos y la medida? Aun cuan- do los propósitos exactos se transmitieran a manuscritos, nos llegarían sin fuerza, pues el papel no sonríe!. Nada se adapta más al gusto de cada época que la conversación. El diálogo serio de ayer parecerá tímido mañana, o super- ficial o insulso. La conversación delicada y cortés de un tiempo parecerá pesada en otro. Madama de Rémusat lo ha hecho observar en su Ensayo sobre la Educación (cap.
1 El inconveniente de los libros de Pensamientos, parecen con fre- cuencia pretenciosos y las mismas cosas dichas no lo serían. La sonrisa y el acento les hacen agradables; pero en el papel ya es otra cosa, porque el papel es estúpido,