Página:Sainte-Beuve retratos de mujeres.djvu/428

Esta página no ha sido corregida

424 MADAMA DE RÉMUSAT

dicha oculta y de cultura interior. Algunas citas de Ho- racio que se le escapan, me demuestran que, como Mada- ma de La Fayette y Madama de Sévigné, sabía el latín. Lo aprendió en aquellos momentos de calma, alternando su estudio con los cuidados a su marido y a su hijo, pues era madre a los diez y siete años.

Así todo concurría a hacer en ella su sentido delicado, que llamaríamos rectitud adornada. El valle de Montmo- rency era el feliz cercado, aunque primero habitaron en Saint-Gratien y luego en Sasmois. Encuentro entre pa- peles y notas de un tiempo posterior la expresión y el sentimiento de su dicha tan completa entonces, cerca de una madre que no duraría mucho: “Me parece verla todavía —escribe a su hijo—, en aquella casita que tú acaso recuerdas todavía, trabajando en alguna labor para una de sus hijas, alegrando nuestras veladas con su con- versación tan interesante y tan variada, unas veces con- tando con la originalidad que le era peculiar mil historias risueñas, o que nos lo parecían por el encanto que ella sabía prestarles, y otras animando a nuestra sociedad con una discusión seria, que ella sabía según la conveniencia prolongar con interés o terminar en un momento dado. De entre esas numerosas bromas inocentes se escapan al- gunos pensamientos fuertes y hondos, que su buen gusto sabía revestir siempre con una especie de color feme- nino...” Sin detenerme demasiado en este retrato familiar que se refiere a los orígenes de la persona que nos ocupa, sin pretender tampoco penetrar en el misterio de la trans- misión, me parece. que estas amplias excelentes cualida- des maternales habrían bastado como una rica herencia que debía fructificar, Una de sus hijas, esta que nos ocupa, desarrolla más tarde la parte seria y filosófica, en tanto que en la otra encontramos (iba a decir aplaudimos) la inge- niosa y alegre festividad, el brillo de su imaginación, en santo que la vena original, primitiva, permanecerá oculta para brotar en su nieto cuya infancia era su encanto.