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420 ManaMa DE CHARRIÉRE

Yo ignoro los fines, no conozco los medios, ni el fin, y no acierto a explicarme que tantos mosquitos sirvan de ali- mento a esta voraz araña... Pero miro, y las horas pasan sin que yo haya pensado en mí ni en mis pueriles penas”. Desde que el panteísmo se convirtió para nosotros en un lugar común, una tesis novelesca y literaria, dudo que se haya producido algo más sentido que estas sencillas palabras escapadas en el ensueño de una mujer joven?. No entraré en el detalle de las diferentes obras de Madama de Charriére que siguieron, son de todas clases y numerosas. El inconveniente de la falta de arte, y tam- bién (Calixta aparte) de la falta de éxito central, se hacen sentir. Escribe para ella y para sus amigos día por día, sin preocuparse mucho. El menor detalle de sociedad, una lectura, una conversación sostenida durante la noche ante- rior hacen nacer un opúscu'o que apenas es terminado. Así sucede bajo'su pluma las pequeñas comedias, los cuentos y las novelitas. A pesar de mis cuidados, no me alabo de haberlo recogido todo, y siempre se descubre algo .nuevo y desconocido. La bibliografía de sus libros es una ver- dadera erudición, y si hubiese muerto dos mil años antes sería un verdadero caso de Academia de las inscripciones el hacer una lista exacta y completa. Ahí estamos. Me atendré para el conjunto al testimonio de Madama Nécker de Saussure, que siendo aun niña vió un día a Genoveva Madama de Charriére y quedó sorprendida de la gracia de su talento: “Este recuerdo —exclama— me hizo leer con interés todas sus novelas y las más medianas me han dejado la idea de una mujer que siente y que piensa”, En los años de Cartas Neuchatelenses y de las Cartas de Lausana, Madama de Charriére conoció a Benjamín Constant al salir de la infancia. Pero ¿tuvo infancia Ben- jamín Constant? A la edad de doce años (1779) le vemos

__* En lo posible no hemos hablado del estilo de Madama de Charri8re, pero las citas que hemos hecho pueden servir para juzgar. Escribe en el mejor francés, en el francés de Versalles,