Página:Sainte-Beuve retratos de mujeres.djvu/376

Esta página no ha sido corregida

382 MADAMA DE KRUDNER

allí oraban juntos invocando las luces del Espíritu Santo, Ella confesó entonces a un amigo que difícilmente podía contener su vanidad, al pensar que era tan poderosa como el más poderoso de los soberanos. En los primeros días de septiembre de aquel año tuvo lugar una gran revista de tropas rusas ante Alejandro, en las llanuras de Vertus, en Champagne. Madama de Krudner con su gente, su hija, su yerno y el joven ministro Empeytas que la dirigía, fué a alojarse en el castillo de Mesnil muy cerca de allí, Por la mañana los coches del emperador vinieron a bus- carla y los honores que Luis XIV rindió a Madama de Maintenón, en el campo de Compiegne, no fueron mayores que la veneración con que el conquistador la trató. No era la nieta del mariscal de Munich su persona favorita, era la enviada del Cielo ae conducía sus ejércitos. Con la cabeza al aire, o cuando más cubierta con un sombrero de paja, los cabellos rubios colgando sobre sus hombros y con un bucle en la frente, un vestido obscuro, elegante por la manera con que ella lo llevaba, tal como se la veía en esta época, llegó a esta llanura al alba, y de pie, como un Pedro el Ermitaño, apareció en la oración ante las tropas prosternadas. Escribió y publicó con motivo de esta solemnidad, un pequeño volumen titulado Campo de Vertus, en el que sus sentimientos y sus deseos de mag- nificencia están expresados mejor que nosotros podría- mos hacerlo:

“¿Quién no se ha dicho asistiendo (assistant) * en las llanuras de Champagne y ha visto la derrota de Atila: “Otra cuerda ha sido rota?” Nunca ha existido más que un crimen, y este consiste en olvidarse de Dios... ¡Cuán satisfechos debieron de estar los inmensos deseos de vuestro corazón, feliz Alejandro, cuando en esta jornada del Cielo


1 Esta es una incorrección de lenguaje. (Assistant en francés no tiene un sentido absoluto, El autor de Valeriana al convertirse en instrumento divino y profetisa cuidaba menos de la corrección en su estilo. San Paulino después de su conversión se permitió o se impuso toda clase de incorrec- ciones en sus versos.