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RETRATOS DE MUJERES 249

de haberle dado el nombre que ella debía ilustrar, se borra y desaparece por decirlo así, y no sabemos de él nada que le distinga*. Tuvo dos hijos a quienes quiso mucho, el uno militar, y que murió poco después que ella, y el otro, el abate de La Fayette, de quien se sabe que prestaba los manuscritos de su madre y los perdía. Madama de La Fayette fué introducida joven en el hotel de Rambouillet y aprendió mucho de la marquesa. Monsieur Roederer, que tenía interés en que ninguna de las burlas de Moliére tocasen a Rambouillet, hizo que éste se despo- blase y que acabase antes de lo que convenía. Madama de La Fayette pudo ir antes de su matrimonio y aprove- char tanto como Madama de Sévigné. M. Auger en los detalles exactos e interesantes, pero en tono seco, que da acerca de Madama de La Fayette dice: “Introducida desde muy temprano en la sociedad del hotel de Rambouillet, la finura y la solidez naturales de su talento no habrían po- dido acaso resistir al contagio del mal gusto del que era centro este palacio, si las lecturas de los poetas latinos no le hubiesen servido de preservativo”. El preservativo debió obrar antes sobre Ménage. Esto es algo injusto para el hotel de Rambouillet, y M. Roederer tenía completamente razón contra aquellas maneras de decir; pero se contradice cuando nos presenta este hotel como la cuna del buen gus- to, y cuando nos muestra a la señorita de Scudery como más tolerada que exaltada y admirada. Olvida que Voitu- re, mientras vivió, fué el que predominaba, y ya sabemos quién fué Voiture en cuanto a talento y buen gusto. En cuanto a la señorita de Scudery, basta leer a Segrais, a Huet y otros, para ver el caso que hacían a esta ilustre muchacha, al ilustre Bassa, al gran Cyrus, a sus versos tan sencillos y tan tiernos que despreciaba Despreaux, pero que no sabía criticar; y lo que Segrais y Huet admiraban no debió ser juzgado más severamente por una sociedad 1 ¿Hay una mujer que obscurezca a su marido hasta el punto de

que no se haga de él en el mundo ninguna mención? ¿Vive todavía? ¿No vive ya?... (La Bruyére, Las Mujeres).