Página:Sainte-Beuve retratos de mujeres.djvu/179

Esta página no ha sido corregida

RETRATOS DE MUJERES 185

8 de octubre que así explicada entregamos a la perspicacia de los lectores. La emoción que traiciona esta carta era solamente el indicio de un sentimiento y no de una pasión. Madama Roland, en otra carta secreta del 28 de octubre, vuelve sobre sus pasos y trata de calmar la imaginación de su amigo y de llevarlo a la realidad. Más tarde, el 30 de noviembre, se queja con una especie de coquetería, en la fábula del Ruiseñor y la Curruca del olvido del viajero que parecía en efecto no preocuparse más de ellos. Se encuentran también en las cartas de consuelo algunas pro- mesas de fidelidad a recuerdos bastante íntimos; después, al regreso de Londres, la expresión de una tierna inquie- tud por la melancolía prolongada de que es testigo; pero todo termina con la confesión de una nueva pasión de Bancal, por la que Madama Roland, como amiga generosa y abnegada, le prodiga con sus consejos ofrecimientos de intercesión. Aún no había llegado el momento de la ver- dadera pasión, largo tiempo retardada, que se apoderó del alma poderosa de Madama Roland, y de la que ella habla en dos pasajes de sus Memorias, al aludir a ciertas razones que hacia el 31 de mayo la obligan a marcharse al campo; y cuando saludando al imperio de la filosofía que sucedió

“en ella al sentimiento religioso, añade que estas salva-

S

guardias interrumpidas, parecia que debían preservarlá del huracán de las pasiones, las que, con el vigo- de un atleta, abandona en los comienzos de la edad madura. ¿Quién fué el objeto de esta solá, de esta tardía, de esta avasalladora pasión de su alma? Un prejuicio vulgar ha designado a Barboux, porque cantó alabanzas en honor de su cabeza de Antínoo; pero esto no prueba que fuese cierto. Un velo sagrado continuará cubriendo esta tem- pestad, que aumentaba silenciosamente en su alma en las proximidades de la muerte!.

1 Se sabe ciertamente hoy que fué Buzot quien tuvo el honor de ocupar el corazón de Madama Roland. Se han encontrado y publicado cartas que ella le escribió desde su prisión, y, por último, pasajes supri-

Mmidos antes y añadidos recientemente en sus Memorias, son una confe- sión formal,