Página:Sainte-Beuve retratos de mujeres.djvu/133

Esta página no ha sido corregida

RETRATOS DE MUJERES 139

escritores, literatos y filósofos de esta escuela, Madama de Staél ha hablado bien de ellos siempre en sus escritos. Aparte de Chenier, para el que se ha mostrado severa en sus Consideraciones, no ha nombrado a ninguno de este grupo literario y filosófico más que honrándolos y como recuerdos de una antigua alianza. Mas su destierro, al fi- nal de 1803, sus viajes, su vida de señora feudal en Coppet, sus relaciones aristocráticas, todo esto la hizo abandonarse a otra esfera en la que perdió la inspiración del año III que hemos intentado revivir. Obligada a alejarse de París, dirigióse a Alemania, ejercitándose en aprender el alemán. Visitó Wéimar y Berlín, conoció a Goethe y a los prínci- pes de Prusia. Entonces amasaba los primeros materiales de la obra y en su segundo viaje en 1807 y 1808 los com- pletó. Lanzarse así de un primer salto a los bordes del Rin, era romper bruscamente con Bonaparte, irritarlo; era romper también con las costumbres de la filosofía del siglo XVIII que acababa de abrazar en una selección tan ruidosa. Así se comportan los grandes genios; cuando se los cree en un extremo se ve que están en el otro polo. Como los activos e infatigables generales, encienden hogueras en las alturas, y se les supone acampados detrás cuando ya están a muchas leguas de aquellos lugares y nos atacan por los flancos. La muerte de su padre la obligó a regre- sar rápidamente a Coppet. Después del primer duelo de los funerales y de la publicación de los manuscritos de Monsieur Nécker, Madama de Staél marchóse nuevamente para visitar Italia. El amor hacia la naturaleza y hacia las Bellas Artes nació en ella bajo este nuevo cielo?. Delfina

1 El gusto por las Bellas Artes fué en Madama de Staél algo adqui- rido, de exótico, y como una planta que no creció nunca en campo des- cubierto, Su estado natural de espíritu está muy bien pintado por Goethe en una carta que escribió desde Wéimar, el 27 de febrero de 1804, a su amigo el compositor Zélter, que vivía en Berlín: “El profesor Wolf y el consejero Miller han permanecido quince días en Wélmar; Woss ha pa- sado algunos días, y he aquí que hace algunas semanas que tenemos la dicha de poseer a Madama de Staél. Esta mujer extraordinaria va pronto a Berlín y yo le daré una carta para ti, Ve en seguida a verla, eg muy