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120 MADAMA DE STAÉL

contenga frases que extrañen a los que las hacen por vez primera o a los que ni las ideas ni el corazón les llevaron tan lejos”. Como se ve, Madama de Staél no se contentaba con tan poco como Boileau cuando escribía a Brossette: “Bayle es un gran genio. Es un hombre de buena cepa. Su estilo es fuerte, claro y muy neto; se entiende todo lo que dice”. Ella pensaba, con razón, que hay una cepa mejor, un estilo más exquisito. Su segunda edición dió lugar a un artículo en los Debates como respuesta al pre- cedente trozo del nuevo prefacio: “Todos los buenos lite- ratos convienen en que la forma de nuestro lenguaje ha sido definida y determinada por los grandes escri- tores del último siglo y del otro. Es preciso distinguir en un idioma lo que pertenece al buen gusto y a la imaginación y lo que es d.» su competencia. Nada impide hoy inventar nuevas palabras, cuando son completamente necesarias; pero no debemos inventar nuevas figuras bajo pena de desnaturalizar nuestra lengua o de herir su genio”. Hubo a estas extrañas aserciones, una respuesta directa de la Década que me parece se debe a Giuguené. El crítico filósofo se muestra inducido a la innovación en literatura para refutar al crítico de los Debates, cuyo espíritu no quiere perfeccionarse. Si hubiesen existido periodistas en los tiempos de Corneille que hubiesen tenido tal lengua- je, y si Corneille y sus sucesores hubiesen sido bastante tontos para creerles, nuestra literatura no habría adelan- tado nada de la de Malherbe, Regnier, de Voiture y de Brebeuf. Este hombre quiere continuar el Año literario de Fréron, y bien digno es de ello. Se ve que es a Geoffrov, acaso por error, a quien Giuguené le achaca el artículo de los Debates. Y, naturalmente, llega a citar una intere- sante nota de Lemercier añadida al poema de Homero que acababa de aparecer. “Los pedantes —decía Lemercier, entonces innovador— epilogan las palabras y no se dan cuenta de las cosas. Cuesta mucho trabajo escribir lo que ellos llaman negligencia del estilo. Subligny encuentra