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CXI
MATAR EL TIEMPO
He sorbido tus lágrimas, princesa,
y en ellas el secreto de tu pecho,
mas no temas, lo juro por tu lecho,
no lo dirá mi lengua que fué presa
de tu boca. Soy fiel á mi promesa.
Cuando, mendigo, llegué á tí maltrecho
del cielo amparo hallé bajo tu techo
y me pusiste junto á tí en la mesa.