Página:Rosario de sonetos líricos.djvu/151

Esta página ha sido corregida
147


se le vienen encima. Y él responde:
«Hablar con Dios meterse es hasta el fondo
del abismo; por mucho que se ahonde

no se le toca; cuanto puedo sondo
y respondo de mí, mas Dios se esconde
y es de Él, de Dios, de quien yo no respondo».

S. 12 X 10.