»Si non hubiera yo puesto
»las mis huestes á su cargo,
»ni vos fuérais más que dueña,
»ni él fuera más que un fidalgo.
»Decís que vueso Rodrigo
»tiene reyes por vasallos;
»¡Ojalá como son cinco
»fueran cinco veces cuatro!
»Porque teniéndolos él
»sujetos á su mandado,
»mis castillos y los vuesos
»no hubieran tantos contrarios.
»Decís que entregue á las llamas
»la carta que me habéis dado;
»á contener herejías
»fuera digna de tal pago;
»mas si contiene razones
»dignas de los siete sabios,
»mejor es para mi archivo
»que non para el fuego ingrato;
»y porque guardéis la mía
»y non la fagáis pedazos,
»por ella á lo que pariérdes
»prometo buen aguinaldo.
»Si fijo, prometo dalle
»una espada y un caballo,
»y dos mil maravedís
»para ayuda de su gasto.
»Si fija, para su dote
»prometo poner en cambio
»desde el día que naciere
»de plata cuarenta marcos.
»Con esto ceso, señora,
»y no de estar suplicando
ȇ la Virgen, vos alumbre
»en los peligros del parto.»
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ROMANCERO DEL CID