»sin soltalle para mí
»sino una vez en el año?
»Y esa que me le soltáis,
»fasta los piés del caballo
»tan teñido en sangre viene
»que pone pavor mirallo;
»y cuando mis brazos toca
»luégo se duerme en mis brazos.
»En sueños gime y forceja,
»que cuida que está lidiando.
»Apenas el alba rompe
»cuando lo están acuciando
»los esculcas y adalides
»para que se vuelva al campo.
»Llorando vos lo pedí,
»y en mi soledad cuidando
»de cobrar padre y marido,
»ni uno tengo ni otro alcanzo;
»que como otro bien no tengo
»y me lo habedes quitado,
»en guisa le lloro vivo,
»cual si estuviera finado.
»Si lo facéis por honralle,
»mi Rodrigo es tan honrado
»que no tiene barba, y tiene
»cinco reyes por vasallos.
»Yo finco, señor, en cinta,
»que en nueve meses he entrado,
»y me podrán empecer
»las lágrimas que derramo.
»Non permitáis se malogren
»prendas del mejor vasallo
»que tiene cruces bermejas,
»ni á rey ha besado mano.
»Respondedme en puridad
»con letras de vuesa mano,
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ROMANCERO DEL CID