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ROMANCERO DEL CID
los disfrazados amigos
que causaron vuestra ausencia?
¿No sois el que, desterrado
por palabras lisonjeras,
allanó para su rey
mil castillos y fronteras?
¿No sois vos quien sujetó
á la ciudad de Valencia,
y el que venció en seis batallas
sin alma mil almas fieras?
¡Ay, amarga soledad,
cómo al sufrimiento enseñas
á sufrir contra justicia
tan penosa y triste ausencia!—
No pudo pasar de aquí
la madre de la nobleza,
que sobre el cuerpo cayó
desmayada, ó casi muerta.