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XCIII
L
legó la fama del Cidá los confines de Persia,
cuando andaba por el mundo
dando razón de quién era;
y como lo oyó el Soldán,
y supo bien la certeza
de los hechos del buen Cid,
un presente le apareja.
Cargó copia de camellos
de grana, púrpura y sedas,
oro, plata, incienso y mirra,
con otras muchas riquezas,
y con un pariente suyo,
de los de su casa y mesa,
le envía al Cid el presente
diciendo d’esta manera:
—Dirás á Rúy Díaz el Cid,
que el Soldán se le encomienda,