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LXXIII



L


a venida del rey Búcar
á la ciudad de Valencia
está consultando el Cid
con muchos homes de cuenta.
Estando en aquesta fabla
han entrado por la puerta
sus yernos, disimulando
la traición que asaz le ordenan.
Asiento les diera el Cid
á la su mano derecha,
él temblando de atrevido,
y ellos tiemblan de flaqueza,
que los ánimos cobardes
carecen de fortaleza.
En estas fablas estando,
toda la gente trae nuevas
con cajas, pífanos, trompas,
de cómo los moros llegan.
Subióse el Cid con los suyos
á una torre tan soberbia
como son sus pensamientos,
que igualan á las estrellas.
Puesto de pechos el Cid