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LXIII


C

orrido Martín Peláez

de lo que el Cid ha fablado,
d’ello cobró gran vergüenza,
d’ello está muy ocupado.
Fuése para su posada,
triste estaba y muy cuitado
viendo cómo el Cid ha visto
su cobardía tan claro,
por lo cual no consintió
que coma con los honrados: