pidiéndole su socorro
para recobrar la villa.
El rey envió á Ramiro
y á ese conde don García,
con muchas gentes armadas,
que van en su compañía.
El moro, cuando lo supo,
dijo el castillo daría
á ese buen rey don Alfonso,
y que á otro no quería.
Convidóle á comer
por hacelle alevosía
allá dentro del castillo;
el rey temido se había.
El infante don Ramiro
con el Conde en compañía
entraron para comer,
que ir el rey no quería;
mas luégo que entraron dentro
á entrambos quitan la vida,
con otros que van con ellos,
y al rey mucho le dolía.
Túvose por deshonrado,
y al Cid sus cartas envía,
que estaba cerca de allí
desterrado de Castilla.
Rodrigo, que vió el mensaje,
para el rey luégo venía:
caballeros fijosdalgo
acompañado lo habían.
Cuando lo vido el buen rey,
su perdón le concedía.
Contóle lo acontecido,
que le vengue le pedía,
y que con él se viniese
á su reino y señoría.
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ROMANCERO DEL CID