Página:Romancero selecto del Cid (1884).pdf/185

Esta página ha sido validada
179
ROMANCERO DEL CID

y el rey sosiegue su casa
antes que busque la ajena;
que non me farán cobarde
el mi amor ni la mi queja,
que más traigo siempre al lado
á Tizona que á Jimena.
—Home soy, dijo Bermudo,
que antes que entrara en la regla,
si non vencí reyes moros
engendré quien los venciera;
y agora, en vez de cogulla,
cuando la ocasión se ofrezca
me calaré la celada
y porné al caballo espuelas.
—¡Para fugir, dijo el Cid,
podrá ser, padre, que sea;
que más de aceite que sangre
manchado el hábito muestra!
—Calledes, le dijo el rey,
en mal hora, que no en buena,
acordársevos debía
de la jura y la ballesta;
cosas tenedes, el Cid,
que farán fablar las piedras,
pues por cualquier niñería
facéis campaña la iglesia.—
Pasaba el Conde de Oñate
que llevaba la su dueña,
y el rey, por facer mesura,
acompañóla á la puerta.