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CUENTOS EN DIALECTO PEHUENCHE CHILENO II
Veimeu: —Amuŋe veiyikachi, piŋei, piam. Entónces: —Camina luego, le fué dicho, dicen.
35. Veimeu pərakaweʎu-allu poti rupafemi, piam. Veimeu: «Maməʎ ürke,» pi, piam, təveichi inarume kaweʎu lelu. 35. Entónces [1] a subir al caballo se dió vuelta así patas arriba, dicen. Entónces: «Madera de veras», dijo, dicen, ese cuidador de caballos.
Veimeu pütchi mapuche yetui ñi ruka-meu, piam, təveichi kaweʎu[2]. Entónces el indiecito llevó a su casa, dicen, ese caballo.
36. Wün-ple kəppai, piam, pütchi mapuche, akultui təveichi kaweʎu. «Weueyu», pivi, piam, təveichi ülmen. Veimeu eluŋei, piam, ñi weu. 36. En la mañana vino, dicen, el indiecito, trajo ese caballo. «Te [la] gané», le dijo, dicen, a ese caballero. Entónces le dieron, dicen su apuesta.
37. Veimeu: —Ka kudeayu, piŋei, piam, pütchi mapuche; pura waraŋka peso ranayu, piŋei, piam, pütchi mapuche[3]. 37. Entónces: —Otra vez jugaremos, le fué dicho, dicen, al indiecito; ocho mil pesos pondremos en juego, le fué dicho, dicen, al indiecito.
—Ya, pi, piam. —Bueno, dijo, dicen.
—Ñoŋəmelaen kiñe kapun kaweʎu, piŋei, piam, pütchi mapuche. —Me amansarás un caballo capado, le fué dicho, dicen, al indiecito.
—Ya, pi, piam, pütchi mapuche. —Bueno, dijo, dicen, el indiecito.
38. Veimeu pu t'avia nükunuvi təveichi kaweʎu, piam. 38. Entónces en la noche agarró ese caballo, dicen.
—Wüle eʎa naq antə kaminantu-yawai, piŋei, piam, pütchi mapuche. —Mañana a medio bajar el día andará al paso, se le dijo, dicen, al indiecito.
Veimeu: —Ya, pi, piam. Entónces: —Bueno, dijo, dicen.
39. Veimeu pu liwen pratukaweʎui, piam, pütchi mapuche. Veimeu eʎa raŋi antə kaminantuyawui, piam, təveichi kaweʎu. 39. Entónces por la mañana subió a caballo, dicen, el indiecito. Entónces apenas a medio día anduvo al paso, dicen, ese caballo.
40. Veimeu ka weuŋei, piam, təveichi qülmen. Fentepun wesañmautui, piam, təveichi ülmen. 40. Entónces otra vez fué vencido, dicen, ese caballero. Tan pobre volvió a ser, dicen, ese caballero.
  1. cuando iba
  2. Parece que la relacion no es completa. El caballero a la primera sospecha solo debería mandar al mozo para informarse sobre la causa del ruido i este se debería contentar viendo el caballo de madera en la oscuridad i tomándolo por el animal vivo.
  3. Esta última apuesta carece de toda gracia, no podrá fácilmente ser del mismo autor popular que inventó las chistosas apuestas anteriores.