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CUENTOS EN DIALECTO PEHUENCHE CHILENO II
—Nentupayan, pettu yilmi iael nentuñmapayaeyu, piŋei, piam, təveichi qülmen. —Yo sacaré, mientras todavía comas, la comida te voy a sacar, fué dicho, dicen, a ese caballero.
—Ya, pi, piam, təveichi qülmen. —Bueno, dijo, dicen, ese caballero.
26. Veimeu t'ipai, piam, kuom antə pütchi mapuche; kintui, piam, filu. Eʎa t'avia kəppai, piam, pütchi mapuche. Pettu yilu, piam, təveichi qülmen, fuluntukufempai, piam, ñi filu. 26. Entónces salió, dicen, todo el día el indiecito; buscó, dicen, culebras. A medio anochecer vino, dicen, el indiecito. [1] todavía comiendo, dicen, ese caballero, así vino a desparramar, dicen, las culebras.
27. Veimeu pei, piam, təveichi qülmen: 27. Entónces vio, dicen, ese caballero:
—¡Təvei filu! pi, piam; wit'at'ipai piam, laŋəm-filu-alu. Welu konfempai, piam, püitchi mapuche; yefempai is't'okom rali. —¡Allá [vienen] culebras! dijo, dicen, se levantó de un salto, dicen, para matar culebras. En cambio así vino a entrar, dicen, el indiecito; vino a llevarse todo el plato.
Veimeu amutui, piam, pütchi mapuche. Wün-ple «weueyu» pivi, piam, təveichi qülmen. Veimeu eluŋei ñi waraŋka peso. En seguida se marchó, dicen, el indiecito. En la mañana «yo te [la] gané» le dijo, dicen, a ese caballero. Entónces le fueron dados sus mil pesos.

{{asterismo

28. —Ka kudeayu; nentuñmapayaen ñi ŋetantu, pi, piam, təveichi qülmen. 28. —Otra vez jugaremos; me vas a quitar mi cama, dijo, dicen, ese caballero.
—Ya, pi, piam, təveichi püitchi mapuche. —Bueno, dijo, dicen, ese indiecito.
Ka kudeiŋu eppu waraŋka peso. Otra vez apostaron dos mil pesos.
«Tayí pun umaqklelmi nentuñmapayaeyu tami ŋetantu», piŋei, piam, təveichi qülmen. «Esta noche cuando estés durmiendo voy a quitarte tu cama» , le fué dicho, dicen, a ese caballero.
29. Veimeu ka kuom antə t'ipai piam, təveichi pütchi mapuche; kintui zaŋi. Umaqtu'u təveichi qülmen, chokov ruka-meu üt'üvtukukunufempai, piam, ñi zaŋi. 29. Entónces otra vez todo el día salió, dicen, ese indiecito; buscó chingues. Durmiendo ese caballero, en la culata de la casa así dejó botados, dicen, sus chingues.
Veimei perküfempai, piam, təveichi zaŋi; lev wit'at'ipai təveichi qülmen; apopai, piam, perkün zaŋi. Entónces así fueron a peerse, dicen, esos chingues; ligero se levantó de un salto ese caballero; lleno estaba, dicen, de los pedos de los chingues.
30. Veimeu lev t'ipai, piam, 30. Entónces ligero salió, dicen,
  1. Cuando estaba