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CUENTOS EN DIALECTO PEHUENCHE CHILENO II
təveichi epu went'u. Feimeu pərakintu-kunuiŋu, piam. dos hombres. Entónces se pusieron a mirar hácia arriba, dicen.
9. «¡Naqpaokeʎeŋe mai, piʎan[1] toki! 9. «¡Bájate pues, hacha del trueno!
Naqpaokeʎeŋe mai, piʎan toki!» piŋu, piam. ¡Bájate pues, hacha del trueno!» dijeron, dicen.
«Fərenemuyu ŋənechen; nakə-melmu-pa yu epu toki, re kiñe ke rüpu-mu mətten t'amtulu,» piŋu, piam. Feimeu fətcha wenu t'alêupi piam, təveichi piʎan təki. «Favorézcanos dios; haga bajársenos nuestras dos hachas, que siempre de un solo golpe voltean [los árboles]», dijeron, dicen. Entónces muy arriba sonaron, dicen, esas hachas del trueno.
10. «¡Naqpaokeʎéŋe mai, piʎan toki! 10. «¡Bájate pues, hacha del trueno!
Naqpaokeʎéŋe mai, piʎan toki!» Bájate pues, hacha del trueno!»
Feimeu all·ün raŋin wenu t'aleupipai, piam, piʎan toki. Entónces muy a media altura sonaron, dicen, las hachas del trueno.
«Fərenemuyu ŋənechen, nakəmelmupa yu toki!» piŋu, piam, veichi epu went'u. «Favorézcanos dios, haga bajársenos nuestras hachas!» dijeron, dicen, esos dos hombres.
11. Ka mət'ümiŋu, piam: 11. Otra [vez] llamaron, dicen:
«Naqpaokeʎeŋe mai, piʎan toki! «¡Bájate pues, hacha del trueno!
Naqpaokeʎeŋe mai, piʎan toki!» piŋu, piam. Feimeu pəchi mapu t'aleupai, piam, piʎan toki. Bájate pues, hacha del trueno!» dijeron, dicen. Entónces a poca distancia sonaron, dicen, las hachas del trueno.
«Fərenemuyu ŋənechen; nakəmelmu-pa yu toki!» piiŋu, piam. «Favorézcanos dios; ¡haga bajársenos nuestras hachas!», dijeron, dicen.
12. «Naqpaokeʎeŋe mai, piʎan toki! 12. «Bájate pues, hacha del trueno!
Naqpaokeʎeŋe mai, piʎan toki!» piiŋu, piam. Feimeu naqpai, piam, piʎan toki; t'aleufempai, piam, təveichi koyam-meu. Feimeu naqpai, piam, mapu-meu. Bájate pues, hacha del trueno!» dijeron, dicen. Entónces se bajaron, dicen, las hachas del trueno; así sonaron, dicen, en ese roble. Entónces se bajaron, dicen, a la tierra.
13. Feimeu ka ke nüfemiyu, piam, təveichi epu toki, Pədiu eŋu Koŋkəl. 13. Entónces cada uno así agarró, dicen, esas dos hachas, Conquel con Pediu.
  1. Piʎan. Febrés: «Pillañ, pillan, llaman al diablo, o a una causa superior que dicen hacer los truenos, rayos, relámpagos y reventazones de volcanes, y a estos mismos efectos también llaman pillañ». También según otros autores (Véase Medina, los Aboríjenes de Chile, pág. 234) Pillan es el trueno, relámpago y en general el fuego como fuerza de la naturaleza, que fué considerado como una especie de deidad. Es muy probable que el hacha haya sido un atributo del dios del trueno entre los araucanos como en otra parte.