La lengua araucana solo conoce sufijos al fin de la palabra. Estos sufijos en primer lugar son restos de pronombres personales i adverbios demostrativos. No hai ninguna especie de declinacion ni jénero gramatical i fuera de los pronombres personales no se conoce ninguna distincion de números. El pronombre de segunda persona tiene claramente singular, dual i plural; para el singular de primera hai una forma absoluta, compuesta: inche. Es mas que dudoso si el mencionado dual espresa dos considerado como unidad; mas bien parece la idea de yu, yo i tu, contigo, eŋu, tú con él i nó nosotros dos, vosotros dos. El pronombre personal de tercera persona de singular se suple por demostrativos.
El araucano puede distinguir con claridad la funcion del sustantivo con pronombre posesivo, del verbo con sujeto pronominal. Éste se pospone (akuimi, llegaste) aquél se antepone (mi akún, tu llegada), particularidad que distingue el araucano de quichua i de la mayor parte de las lenguas americanas. Sin embargo, casi todos los sustantivos i adjetivos pueden asumir funciones verbales por la sola agregacion de sufijos demostrativos i personales, i de todos los verbos se derivan formas sustantivas. El límite entre el sustantivo i adjetivo es igualmente incierto. Por la sola yuxtaposicion un sustantivo modifica a otro como adjetivo: chi mus'ke ülpuz, «el ulpo de harina» formado como el ingles mutton chop «costilla de cordero»; chi wül'ŋin s'uka, «la puerta de la casa», formado como el castellano boca-calle.
El mapuche tiene mui pocas palabras con funcion de preposicion; quizas solamente una meu o mo; i ésta se pospone; mo espresa todas las relaciones posibles de lugar, tranquilidad: mi s'uká-mo məléimi, «en tu casa estás»; movimiento en direccion a un lugar: mi s'uká-mo