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les) se ocuparan de ella, asi como los herreros. Este trabajo ha absorbido todo su tiempo y un material considerable. El carácter de la casa de los Elefantes casi no permite que se comience sin acumular primero en el sitio una cantidad importante de ladrillo— y para esto no hemos tenido tiempo ni facilidad—no hemos tenido tiempo porque los albañiles han estado ocupados con la reja, ni facilidad, porque los horneros más próximos que podían suministrarnos el material á un precio razonable, expresaban que eran tantos los pedidos que se les hacían, que sólo podían darnos una cantidad limitada. En tales condiciones pedí al señor Arquitecto terminara el edificio para Loros (y Monos) que queda frente á la entrada del Jardin, tomando por base lo que estaba levantado por indicacion del Sr. Ludwig sobre la planta que le dí en Octubre de 1890, con una alzada de 50 centímetros. El dibujo, muy hermoso y definitivamente ejecutado, nunca llegó á poder de la Intendencia ni al mío. Recordando cómo era, di un croquis al nuevo Arquitecto, y él lo ha desenvuelto, de modo que esa casa, despues de haber ofrecido al público, durante 3 años, su aspecto ruiniforme, podrá concluirse dentro de poco, y prestar al Jardín, además de su contribucion estética, servicios indispensables.

La casa de fieras fué proyectada por mí en 1889, y la presenté al Sr. Intendente Seeber apenas me puso en posesion del terreno actual en Octubre del mismo año. (El dibujo debe estar en la Intendencia.)

Tenía forma anular, con 150 metros de circunferencia, habitaciones de verano y de invierno, y en el centro una gran cúpula de vidrio como casquete regular y que representaba como un gran invernadero, dentro del cual se plantarían Bananos y otras plantas tropicales. Cuatro grandes pabellones divididos por el medio, sobresalían del perímetro circular y estaban destinados para los mayores gatos como el Leon de melena, el Tigre de Bengala y el Jaguar. Además de estos 4 pabellones, ú 8 departamentos, había otros 12 menores, comprendidos de á 4 en los espacios dejados por aquellos otros, y su frente correspondía á la circunferencia fundamental—de modo que, en total, eran 40 departamentos, 20 de verano y 20 de invierno. Además, había los sótanos para los alumbramientos. Hácia arriba, tenía altos, con una galería exterior sostenida por columnas—y sobre esta parte dominaba la cúpula. La entrada miraba al Sur—con un pórtico de estilo corintio (como el del resto del edificio, donde lo admitía) coronado por un tímpano. A los lados del vestíbulo se hallaban los caloríferos, la fábrica