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individuo en cuyo campo se encontrase un Topo ó un topera, ley que se dulcificó mas tarde reduciéndose á la amputacion de la mano derecha, por el verdugo, como si se tratase de falsificadores.

La legislacion francesa, en materia de bosques, no emplearía subterfugios espirituales si se tratara del Bicho de cesto, por ejemplo, que hubiese invadido uno de sus territorios.

¿Será posible que las autoridades no puedan tomar medida alguna en contra de tan abominable insecto como la Hormiga?

¿Puede un propietario dejar que las hormigas de su propiedad, intrusos incómodos que tolera, aunque protestando de su presencia, molesten al vecino, y no sea posible obligarle á su extirpacion?

Me dicen que sí—pero ésto no es más que una afirmacion—y yo, que en materia de propiedad, bajo un punto de vista jurídico, no he podido resolver, si ella es un hecho ó un derecho, como lo discuten aun sapientísimos jurisconsultos,—pero que esbozo algo para mi uso particular en mi fuero interno—me pregunto: ¿son realmente propiedad del propietario de un terreno las hormigas que lo invaden?

Cuando veo que un macizo de árboles queda concluido, que los brotos se conservan bien, y se desarrollan mejor en Primavera, y que, cuando empiezan á tomar cuerpo los efectos esperados, vienen las hormigas y los pelan en una noche, hasta descortezarlos, siento realmente—por todo lo que pasa—que sean tantos los críticos y tan pocos los observadores imparciales y acabados.

Hasta ahora hemos vivido de ensayos, y parece que así continuaremos por mucho tiempo.

Hace unos veinte años se importó el Gorrion en Buenos Ayres. Aunque nó con la amplitud que el caso de semejante importacion reclamaba—he observado,—más como curioso que como comedido—al Gorrion, y he consignado algunas de mis observaciones en un trabajo publicado en los Anales de la Sociedad Científica Argentina (y reimpreso en la Revista del Jardin Zoológico, Entr. VI, T.I) respecto del pájaro en cuestion. Hasta este momento, y considerando que he tenido oportunidad de observar más, opino que son mayores los perjuicios ocasionados por el Gorrion, que los beneficios que presta.

Ya he disertado sobre este tema, pero no me parece extemporáneo consignar algo aquí.

Comenzaré por citar algunos casos de perjuicios ocasionados por el Gorrion en el Jardin.

1°. En un cantero de unos 15 metros de superficie hice sembrar