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vez ha faltado); pero poco puede contarse con ella para los trabajos de albañilería y menos para el riego, no sólo por su escasez, sino tambien por la exigua presion á que está sujeta, ya que el Parque la consume casi toda para sus múltiples necesidades. Esto ha motivado la excavacion de diversos pozos, en uno de los cuales pienso establecer una noria que, á lo ménos, servirá para llenar los lagos poco á poco y permitirá por ahora, el riego, aunque sea en una forma primitiva.

Mas adelante, cuando se haya satisfecho esta primera y urgente necesidad, habrá que colocar algun aparato con el que se puedan llevar las aguas á unos 16 metros, para obtener una presion de 1½ atmósfera y facilitar el riego de lluvia sobre los árboles y los céspedes y los servicios de limpieza que reclaman un chorro fuerte, mientras que los desagües apropiados permitirán, con agua abundante, establecer ciertas cloacas que, hasta ahora, se han sustituido con pozos, á la antigua, no sólo para el servicio del público que visita el Jardin, sino tambien para el de ciertos animales. Al proyectar la distribucion de la cañería, sirve á esta de base un caño de fierro de 10 á 15 centímetros que recorre el Jardin á lo largo y que, en conexion, por varios puntos, con la cañería menor, debe trasmitirle la presion del surtidor, ya sea que venga de las aguas corrientes, ya de uno propio. Pero ese caño (con funciones de caño maestro) no está colocado aún y el aspecto del líquido á que dan paso las llaves no es el de chorro, sinó el de gotera.

Esta falta de agua es lo que ha impedido que la vegetacion del Jardin presente un aspecto regular. Naturalmente, en épocas de seca, la vegetacion, á pesar del riego, no puede ofrecer la fisonomía brillante que le comunica un aire caliente y húmedo, con sol de verano, como en los trópicos, pero á lo menos le arrebata ese aspecto de amortiguado que tiene la del Jardin por la falta de riego abundante, y de humedad en el aire. Una vez que los lagos estén llenos y que se pueda practicar contínuamente el riego de lluvia, se podrán conjurar los efectos actuales de la seca y el Jardin tomará un aire muy distinto del que tiene ahora. Si la composicion particular de su suelo no es la mas favorable al desarrollo de los árboles, puede afirmarse que, sin agua, se vuelve absolutamente adversa, pero, modificada aquella composicion con los trabajos actuales y con buen riego, todo se transformará en el acto. Así á lo menos puede esperarse, si la teoría, la observacion y la experiencia, no engañan.