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que todas las formas de la materia no son sino gradaciones ó múltiplos de una sola fuerza universal. Llamáremos á esta fuerza el mínimo comun divisor; y si nos detenemos á pensar cuáles pueden ser sus atributos, veremos que ella corresponde con toda precision á lo que en lenguaje infantil se dá los nombres de Dios, el Todo-Poderoso, el infinitamente sabio, y, como se verá despues, el infinitamente bueno y justo, principio y fin de todas las cosas.

Pero estos demonios de sábios son unos ateos filomorfistas, unos idólatras. ¿Sabe el lector lo que hacen en el estudio de la Naturaleza, para sostener su negacion de la unidad y omnipotencia del verdadero Dios? Cortan pedazos de la tela de Epicuro, esquema de la cosmogonía de los tabiques, que ya conoce el lector, y de cada cuadro ó interseccion de dos líneas hacen un sustantivo aparte: un pequeño Dios, á cada uno de los cuales ponen un nombre diferente, y se quedan mas ó menos satisfechos, haciéndose muchas ilusiones. Así es como dan al estudio de la Naturaleza esa oscuridad y complicacion que tanto nos asusta y desanima.

En donde más se vé el sustantivismo separatista, esa especie de dilucion del poder divino que hacen los sábios, es en el hecho siguiente: Toman ciertas tierras raras, y las someten á una reaccion muy larga y contínua, que ellos llaman análisis, y á la cual se puede representar tirando una línea sobre esos tabiques de la tela de Epicuro. Despues ponen un nombre en cada casilla ó fraccion de la línea: alpha, beta, gamma, delta, eta, zeta.... Felizmente, las tierras se acaban antes que el alfabeto griego. El filomorfismo científico es el equivalente moderno de la antigua mitomanía antropomorfística.

Nosotros vamos á estudiar las leyes de la vida sujetándonos á un método nuevo, pues parte de un principio completamente desdeñado hasta el presente. Este principio consiste en admitir, sin reserva alguna, la completa sujecion del hombre á las leyes físicas mas universales y á las que son comunes á todos los demás seres. El desconocimiento de este principio, ó la simple negligencia en atender á él, han dado orígen al descuido de sus mas lógicas consecuencias. Para salvar este escollo, vamos á hacer uso de los dos medios indispensables:— 1° Hacer abstraccion mental del filomorfismo.— 2° Hacer inversion del antropismo.

Por hacer abstraccion mental del filomorfismo, orígen de la reproduccion ilimitada de los sustantivos, no quiero decir prescin-