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Así como en Geología es hoy incuestionable que las fuerzas que han modificado la superficie de la Tierra son las mismas que obran actualmente, así tambien en Antropología es incuestionable que— dicho en lenguaje figurado—las fuerzas que han modificado la superficie de la Humanidad son las mismas que están actualmente en accion. En todos los tiempos ha habido, como hay hoy, dos clases de individuos: los curiosos por el estudio de la Naturaleza y los indiferentes.

Se calcula en 250,000 años, por unos, y en 600,000 por otros, la primera aparicion del Hombre; es decir, «del animal que hace sus herramientas», segun lo define Sir John Lubock. Por escaso que haya sido el deseo de explicarse el porqué de los fenómenos naturales, es indudable que su accion, durante tan largo tiempo, ha de haber producido sus efectos.

Desgraciadamente, cuanto más nos alejamos en la historia del pasado, tanto más escasos, borrados y confusos son los vestigios del saber antiguo, y tanto más difícil es el penetrar al través de los escombros y cenizas á que fué reducido por la ignorancia de las ramas laterales y de los torrentes invasores.

Pero no importa; el diagrama de la evolucion hace que sean muy valiosos los escasos indicios subsistentes, y los presenta como puntos de apoyo ó pruebas subsidiarias para la teoría de que la evolucion del saber humano se verifica en la misma forma de todas las evoluciones.

Si reconocemos el valor de ese diagrama y aceptamos lo que sugiere, veremos que el Egipto no fué la cuna del saber antiguo, y que cuando ese pueblo apareció en la Historia, su civilizacion estaba ya en decadencia.

El progreso, resultado de la misma ley á que obedece el fenómeno conocido bajo el nombre demasiado concreto y limitado de «fecundacion», es la manifestacion de una ley universal, de esas que se llaman mecánicas, tal vez por ser en las máquinas y aparatos donde sus efectos se observan con más claridad. Esta ley mecánica se expresa así: lo que se gana en rapidez se pierde en fuerza, y vice-versa.

Es un hecho reconocido que los niños, las razas y áun las especies mas precoces son aquellas cuyo desarrollo termina mas pronto y, por consiguiente, mas abajo en la escala de la evolucion. Lo mismo sucede en el desarrollo intelectual de la Humanidad. La vida, siendo mas activa en los países cálidos, el desarrollo intelec-