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cuando no es una novedad lo que ocurre en la luz, en el aire ó en las superficies, los sentidos, por lo mismo que son partes especializadas, «hacen poco caso» (antropismo) de lo ocurrido, y la corriente del parte telegráfico, que llamamos sensacion, llega al aparato central con muy poca intensidad, ó, si no, es recibida por el cerebro con la misma indiferencia. Indiferencia, pero nó carencia completa de lo que puede constituir una percepcion mas ó menos consciente.

No existe, pues, una línea de separacion entre la «vision de Dios» y el «conocimiento claro, sencillo, cierto, directo é inmediato de las verdades que el entendimiento alcanza sin previo razonamiento.» La «vision de Dios» ó lo que los místicos llaman «intuicion», no es sino la percepcion vaga é incierta, pero directa é inmediata de todo lo que el medio pone ante nosotros y ejerce accion sobre el cerebro, produciendo así las ideas mas ó menos claras y conscientes. Es una percepcion mas incierta, pero idéntica, por lo demás, á la que experimentan la lombriz de la tierra y otros seres que carecen de ojos, y sin embargo perciben la luz.

Lo mas sensible del organismo, ó, dicho con más propiedad, lo más sintiente, es el sistema nervioso. Lo mas sintiente del sistema nervioso, es los gánglios, y los mas sintientes de los gánglios son los que producen el pensamiento. En este órgano tan sensible es donde primero se manifiesta la accion de las leyes de la vida; primero bajo la forma de misticismo religioso, despues bajo la de sentimientos «morales», y, por último, como práctica—voluntaria ó intencional primero, é inconscientemente despues—de las leyes de la vida.

El éxtasis, como otros muchos fenómenos psíquicos, es conocido empíricamente desde mucho tiempo ha.

Sentir y pensar es gastar, eliminar, y eliminar es una de las dos propiedades fundamentales de la materia viva. Cuando lo gastado por lo que yo llamaría el cono cerebro-espinal, excede á lo asimilado, su poder para reaccionar, ó sea para resistir á los agentes de las sensaciones, disminuye en la misma proporcion y llega hasta provocar el sueño. Entonces, la falta de actividad de la parte inferior, ó mas trabajadora del cono (médula espinal) aumenta la proporcion del trabajo útil del cerebro ó parte superior y menos trabajadora del cono. La médula «duerme» siempre, mientras no se la excita a! trabajo, pero el cerebro continúa en vela, y su trabajo es tanto mas sutil cuanto mas tranquila está la médula. Como el