Epicuro decía que la materia es como una vasta tela de mallas más ó menos finas; y ese diagrama tambien se parece á una tela. Es, además, el diagrama de lo que yo llamo la cosmogonía de los tabiques ó de las líneas de separacion, lo cual explicaré más adelante. Es asunto de tan grande interés, que merece muy especial atencion. Antes voy á ocuparme de las diferencias sexuales de la mente, haciendo, con sujecion al diagrama, primero una ligera exposicion de sus más claras manifestaciones y luego de sus causas, para terminar despues con algunas observaciones sobre las consecuencias de no prestarles toda la atencion que merecen.
El punto de interseccion O representa á un niño en ese estado de indiferencia religiosa, correspondiente al de equilibrio inestable ó de transicion, en que tambien se halla el oosporo.
Este niño, este Cupido, hijo tambien de Vénus y de Marte, recibirá de su crédula é infantil mamá, una educacion muy religiosa. Un dia, y otros sucesivamente, hará las siguientes ó análogas preguntas:
—Mamá ¿quién ha hecho este y este y todos los muebles?
—Los carpinteros (Hombres).
—¿Y las casas?
—Los albañiles (Hombres tambien).
—¿Y la ropa, los carros, los juguetes y las tiendas?
—Los sastres, los carroceros y los fabricantes de toda clase de objetos (Hombres y siempre hombres).
—¿Y los árboles, la lana, el hierro, el agua y el Sol? ¿Quiénes los han hecho ó cómo se llaman los fabricantes de todo eso?
—¡Ah, hijo, ese es Tata-Dios! Él solo es quien los ha hecho y hace todo. Es el infinitamente bueno, poderoso, sábio y justo, principio y fin de todas las cosas. Vé y sabe todo, hasta lo más oculto. Premia á los buenos y castiga á los malos. A los muy buenos los lleva al cielo; á los menos buenos pone en el purgatorio, y los más malos van al infierno (especie de «fuego central» y no menos subjetivo).
—¿Y dónde vive Tata-Dios?
—Allá arriba, tras de aquello azul. Ese es el cielo y allí está él, como está en todas partes.
—¡Ah, yo quisiera verlo!
—No se puede ver sino tan solo su retrato y aquí lo tienes.
—¿Ese es Tata-Dios; ese viejo barbudo?
—Sí, ese es.