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 Leche cruda........................................................................................................................................................................................................
500 gramos
 Polvos de hueso quemado pasados por tamiz........................................................................................................................................................................................................
10 gramos"
 Huevos (de gallina, pato, &)........................................................................................................................................................................................................
n. 2
Todo bien batido.
Para tomar una ó dos veces al dia segun el caso.


De este modo se sustituían los lactofosfatos de fábrica exótica, dudosos y caros.

En la obra del Dr. Maximilian Schmidt, director del Jardin Zoológico de Francfort: Krankheiten der Apfen y Krank. d. Raubthiere (Enfermedades de los monos y enfermedades de los carnívoros) Berlin 1870 y 1872—que consulté mas tarde, leí que el autor recomienda como es propio, las sales de cal.

Desde que instituí aquel tratamiento en el Jardin, he obtenido (con sorpresa, lo confieso) resultados que no esperaba. Los Pumas mas hermosos por su vigor y conjunto, por lo limpio de su pelaje, por lo felino de sus movimientos—en lo mas noble y artístico de la acepcion—han sido aquellos que han padecido de Osteomalacia en la primera juventud.

Naturalmente, un resultado semejante era una indicacion que me enseñaba á evitar la produccion de la enfermedad. La Leona Africana ha tenido familia dos veces. En estos casos, se le dobla la dósis de la fórmula, y se redobla después del parto. Inmediatamente que los cachorros empiezan á abrogarse cierta autqpomía, se les dá tambien.

Lo mismo se ha hecho con los otros felinos, y en general con los carniceros (en su sentido mas lato).

Desde que se ha instituido este régimen, la Osteomalacia ha desaparecido del Jardin Zoológico de Buenos Ayres.

El público que lo visita ha podido testificar que los cachorros nacidos allí son hermosos animales.

No hablemos de fosfatos, ni de lactatos de alta preparacion fabril.

Semejante lujo está vedado aún á nuestro pobre Jardin; pero lo que no le está es un éxito inequívoco con tan modesto tratamiento. Esos eran los «candiales de la Leona» que tanta risa causaron á algunos desocupados.

Pero con esos candiales, existen hoy en el Jardín cinco cachorrones cuyo precio es muchísimo mayor que el que alcanzaron sus padres.

He aplicado á niños tambien este tratamiento al desenvolverse en el periodo peligroso de la primera infancia, habiendo tenido diges-